Un plan integral para el barrio cordobés que tiene un 70% de paro

El Pleno del Ayuntamiento de Córdoba aprobó este martes por unanimidad una moción conjunta para elaborar y ejecutar un plan integral en Las Palmeras, el barrio de la ciudad más deprimido, en la que el 70% de su población está en paro, el 85% de sus vecinos carece de estudios básicos y cuatro de cada cinco habitantes vive con menos de 600 euros al mes.

Los concejales aprobaron con unanimidad el inicio de un plan, que tendrá que ser dirigido por el Ayuntamiento pero que tendrá que contar con el apoyo también de la Subdelegación del Gobierno, la Junta de Andalucía y la Diputación. “El objetivo es elevar las condiciones de vida de este barrio, equiparándolas con las del resto de la ciudad”, resume la moción, muy breve, que no es más que una declaración de intenciones.

Los grupos municipales no debatieron, pero sí escucharon las palabras de tres vecinos que llevan años luchando contra la exclusión social y contra el sambenito que les supone ser del barrio más estigmatizado de la ciudad de Córdoba. Las palabras de Ricar, un joven de 22 años, fueron leídas por un representante vecinal. Afortunadamente, el joven tenía trabajo en la mañana del lunes. “Creo que puedo hablar por todos los jóvenes de Las Palmeras”, expresó, para decir que “vivir” en la barriada “es una losa”. “Lo he vivido desde pequeño cuando iba a Miralbaida y los niños salían huyendo”, dijo. “Tenemos que demostrar que podemos ser normales”, lamentó. “Yo sólo sé que hay mucha gente en Las Palmeras que merece la pena y que no es justo que estemos como estamos”, por lo que reclamó ayuda a las instituciones.

Por su parte, Carmen, una mujer gitana y que participa en una asociación de vecinos, definió la realidad de sus compañeras, “esposas, madres, abuelas e hijas”. “En nuestro barrio la mujer no tiene muchas posibilidades, por no decir ninguna”, lamentó. “Nuestra educación y formación, en la mayoría de los casos, termina en la adolescencia, casi siempre con un embarazo”, explicó. “Este plan es la única forma de que nuestra realidad vaya cambiando progresivamente y para mejor”, rogó.

Mientras, Luis Manuel Maya Pardal, de la asociación Unión y Esperanza de Las Palmeras, dijo que en el barrio se ha invertido mucho dinero pero “siempre sin contar con la gente”. “Yo voy, pongo mi chiringuito, estoy el tiempo que dura el proyecto, justifico y me marcho”, explico. “No ha habido nunca un seguimiento, ni una continuidad y mucho menos se ha contado con nosotros para saber qué necesidades reales tenemos y si la intervención responde a necesidades y prioridades reales”, dijo. “Así que, por mucho que se haya invertido, sigue siendo un barrio estigmatizado por el resto de barrios de Córdoba”, lamentó. Por eso justificó la necesidad del plan.