¿Se puede pintar el optimismo en el año 2013?
FOTO Y VIDEO: MADERO CUBERO
El Instituto Andaluz de la Juventud organiza en la calle Cruz Conde una exposición en blanco para que ciudadanos anónimos le pongan color al año
Escribir la palabra optimismo en un periódico no es algo habitual. Ya saben aquello de good news, no news. Las noticias, por regla general, casi siempre son malas menos en las secciones de deportes y, a veces, en la de cultura. Pero ya saben aquello de que una noticia es más importante mientras más inesperada es. En la Facultad nos enseñaban aquello de que la noticia no es que un perro muerda a su amo, sino que un amo muerda a su perro. Quizás, por eso en el año 2013 la noticia está empezando a dejar de ser la mala noticia. Quizás por eso, este año la noticia sea que un grupo de gente anónima que pasaba por la calle Cruz Conde de Córdoba se ponga a pintar el optimismo sobre atriles en blanco. Quizás, lo inesperado en 2013 es que la gente sea optimista.
De hecho, el primer viandante que esta mañana ha leído el cartel de la actividad Exposición en blanco. Ponle color al 2013 lo primero que ha hecho ha sido preguntar: “¿Dónde está el color negro?”. Pero ha sido el único y, además, el primero. Sobre las 11.15, cuando ya se había completado la instalación de la docena de atriles en plena calle Cruz Conde los primeros viandantes anónimos que se acercaron no lo dudaron. Una familia cogió el pincel, pidió los colores, se remangó la camisa y se puso manos a la obra para pintar un pequeño paisaje encabezado por un corazón que en su interior ponía “vida”.
Poco a poco, se fueron llenando los atriles. En menos de media hora, las tres mesas para los niños estaban llenas de pequeños que dibujaban, sobre todo, soles sonrientes. De hecho, los mayores parecían también pequeños porque la mayoría de ellos seguían identificando el sol sonriente saliendo por el horizonte con el optimismo. Muchos ilustraban su esperanza en un futuro mejor con un amanecer dorado sobre el campo. Otros cuadros, más elaborados, dibujaban un laberinto que finalizaba también en un sol sonriente y que significaba que “de aquí salimos”, explicaba su autora, con las manos manchadas de cian y magenta, dos de los tres colores primarios.
“A lo mejor hoy nos vamos de aquí con un subidón de optimismo”, explica uno de los organizadores de esta iniciativa del Instituto Andaluz de la Juventud, Diego Aguilar, de la empresa Doctor Mckey. “El objetivo es que el poquito optimismo que nos quede lo podamos compartir”, justificaba mientras a su espalda se poblaban los atriles de gente anónima. Quizás haya sido así, a pesar de que a media mañana comenzó a llover levemente y el agua difuminó algunos cuadros. Quizás. Al menos, durante el rato en que los caminantes anónimos de Cruz Conde estuvieron compartiendo pinturas y atril se olvidaron de sus problemas.
0