Pascual González y Cantores de Híspalis vuelven a obrar el milagro en el Gran Teatro
Lo volvieron a hacer y el público de Córdoba lo volvió a vivir, a sentir y a disfrutar. Pascual González y Cantores de Híspalis representaron en la capital por segundo año consecutivo ‘Cristo. Pasión y Esperanza’, un bello y original espectáculo para el que este viernes 5 de abril se agotaron las entradas en el Gran Teatro, donde el creador de la obra musical y los cantores Juan Luis Calceteiro y Carlos Ruiz contaron con la compañía de Álex Hernández y Diego Benjumea.
En ‘Cristo. Pasión y Esperanza’, Pascual González repasa la vida de Jesús de Nazaret desde su nacimiento en Belén hasta su Pasión, Muerte y Resurrección en Jerusalén, basándose en las Sagradas Escrituras y en la tradición de las procesiones de Andalucía y el resto de España, cuyas imágenes más conocidas fueron apareciendo en una pantalla gigante situada en el escenario y en la que se proyectó un audiovisual de Carlos Valera.
Los artistas estuvieron acompañados por un grupo de cinco músicos que puso el sonido en directo, el coro gaditano La Caleta, de Julio Pardo, así como por seis cornetas de la banda de las Tres Caídas de Triana.
https://www.youtube.com/watch?v=LBc0irJG6QE
El espectáculo comienza con el Señor del Gran Poder de Sevilla como protagonista en el marco de una narración de Pascual González, quien narraría en posteriores ocasiones del espectáculo recibiendo los aplausos y cariño del público por su gran esfuerzo ya que está laringectomizado.
A lo largo de toda la obra se pueden reconocer marchas de procesión como Pasan los Campanilleros cuando los artistas cantan a la Navidad y a la Esperanza Macarena, entre otras. También el archiconocido canto religioso La muerte no es el final o parte de la música de la ópera Nabucco, de Verdi, con letra sobre Cristo escrita por Pascual González.
Aunque el espectáculo está pensado para toda España, Córdoba aparece bien representada en varias imágenes como las de la Virgen de las Angustias, Jesús Divino Salvador en su Prendimiento, Jesús del Perdón o el Resucitado de Santa Marina. Aparecieron en la pantalla junto a hermandades de toda España, intercaladas con escenas de películas sobre la Pasión, obras de arte religioso y planos de la naturaleza.
También se habló de Córdoba en unas sevillanas que interpretaron casi al final de la sesión dedicadas a las hermandades de la ciudad como Ánimas, la Paz o el Señor de la Caridad, cosa que aplaudió un público que varias veces durante el espectáculo se mostró satisfecho con sus aplausos, a veces en pie, y gritando “¡Bravo!” a los artistas. Uno de los que se llevó una gran ovación fue Álex Hernández al cantar una saeta al Señor de la Sentencia de Sevilla.
Antes de terminar el magnífico espectáculo, y tras hablar el creador del mismo sobre su experiencia con la enfermedad, de la historia de Cantores de Híspalis y dar las gracias a Córdoba, se pudieron escuchar otros grandes éxitos del grupo como el Padrenuestro cofrade y Nazareno y Gitano, además de un clásico como La Saeta, que emocionó al público que tras largas ovaciones salió del Gran Teatro con muchas ganas de Semana Santa.
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