El Obispado inmatriculó en 2004 la Ermita del Socorro
El templo, construido por el Ayuntamiento en el siglo XVII, fue reconstruido hace cinco años con fondos del Obispado y gracias a donaciones particulares | La Hermandad llegó a vender vigas del inmueble para pagar las obras
El Obispado de Córdoba inmatriculó en el año 2004 y gracias a la reforma de la Ley Hipotecaria la Ermita del Socorro, construida en el siglo XVII por el Ayuntamiento de la época (aunque acabada con fondos privados procedentes de una donación popular). Esta ermita fue restaurada entre los años 2008 y 2011, con fondos del propio Obispado pero principalmente con los aportados por la Hermandad del Socorro a través de donaciones privadas (la mayor fue la de un joyero de la ciudad) y también gracias a que los propios hermanos llegaron a vender vigas centenarias del inmueble para pagar las obras.
Según consta en la nota simple del Registro de la Propiedad, a la que ha accedido este periódico, el Obispado inmatriculó los 140 metros cuadrados que ocupa la parcela de la Ermita del Socorro, que en total tiene construidos 204 metros cuadrados, y lo hizo a finales del año 2004 “al amparo del artículo 206 de la Ley Hipotecaria”, según reza en el documento.
Según informa la Cordobapedia, el templo se construyó en el siglo XVII. Primitivamente, estaba en el interior de la plaza. Cuando el Corregidor Francisco Ronquillo Briceño ordenó la renovación de la plaza, la ermita fue expropiada a cambio de la cesión del solar que actualmente ocupa.
La imagen de Nuestra Señora del Socorro Coronada tuvo que abandonar el 18 de noviembre de 2007 su ermita, ante el peligro de derrumbe de la misma, para ser acogida en la cercana Basílica de San Pedro, en Córdoba. La orden llegó del Obispado, que donó 100.000 euros para las primeras obras de emergencia. No obstante, las siguientes tuvieron que ser asumidas por la propia hermandad.
De hecho, Córdoba Ecuestre organizó un espectáculo, en colaboración con el Ayuntamiento, la Fundación Cajasur y la Agrupación de Hermandades y Cofradías, para recaudar fondos para la restauración. La hermandad necesitaba más de 300.000 euros que consiguió y pudo desarrollar las obras, que acabaron con la restauración del templo y el regreso de la Virgen a su ermita.
El templo presenta una fachada de doble altura, que se corona con tímpano abierto con óculo en el centro. El acceso a la ermita se realiza a través de un arco de medio punto con clave resaltada flanqueado por dos pilastras, mientras que un tímpano partido sobre entablamento de trigriflos y metopas policromadas sirve de transición al cuerpo superior, el cual repite el esquema del inferior. Sobre el basamento, se abre un vano en forma de arco de medio punto que acoge la imagen de la Virgen, flanqueado por dobles pilastras, y coronado con un tímpano cuyo entablemento presenta triglifos y metopas policromadas.
El altar mayor tiene un camarín que alojaba la imagen titular de la Virgen del Socorro. Dicho camarín sobresale en planta y se conecta en altura con el vecino edificio de la calle Toril, de tal modo que al andar por dicha calle se pasa bajo el camarín. Tiene, además, dos ventanas a ambos flancos, que abren a dicha calle, lo cual permitía contemplar a la Virgen desde el exterior.
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