Un millar de estudiantes enfermos siguieron sus estudios en las tres aulas hospitalarias de la provincia
Las tres aulas hospitalarias con las que cuenta la provincia de Córdoba, situadas en los hospitales Infanta Margarita (Cabra), Los Pedroches (Pozoblanco) y Reina Sofía (Córdoba), han atendido durante el pasado curso a más de un millar de alumnos y alumnas.
Al respecto, el Sistema Sanitario Público de Andalucía presta su colaboración a la Consejería de Educación para que las personas menores de edad hospitalizadas de forma permanente o periódica, que se encuentren cursando la enseñanza obligatoria, puedan continuar con su formación escolar. Para ello los hospitales disponen en la zona pediátrica de espacios destinados a aulas, que están dotadas con mobiliario y material necesario y adecuado para el desarrollo de las actividades educativas y lúdicas entre otras.
En una nota, el delegado territorial de Educación, Antonio José López, ha destacado “la labor que realizan los docentes de las aulas hospitalarias”, que ha calificado de “maravillosa e interesante”, así como “la sensibilidad que demuestran a diario con los niños y niñas ingresados”.
Y es que, según ha agregado, “no sólo enseñan, sino que además, en estrecha coordinación con el personal del centro hospitalario, hacen la estancia en el hospital más agradable para los niños”. También ha destacado “el trabajo realizado por los y las profesionales de la Atención Educativa Domiciliaria (AED)”.
En el caso de que la convalecencia transcurra en el domicilio familiar también es necesario mantener el desarrollo del proceso educativo. Para ello, seis docentes se dedican a atender durante el curso al alumnado en sus domicilios a través del programa de acompañamiento escolar domiciliario.
Se trata del alumnado que por indicación médica no puede asistir a su centro docente por un período amplio de tiempo. Los destinatarios de esta atención son escolares que pasan por procesos médicos largos o que convalecen tras estancias en los hospitales.
Durante este curso escolar 74 alumnos han sido atendidos en su domicilio por razones de enfermedad; 14 de ellos ya se han incorporado a sus centros y los restantes siguen recibiendo educación en su domicilio a través del profesorado de AED o a través del PROA- Domiciliario -Programa de Acompañamiento Escolar-.
El delegado de Educación ha señalado que “el trabajo del profesorado hospitalario, adecuadamente coordinado con el resto de las intervenciones sanitarias, constituye un importante impulso motivacional en el alumnado paciente para conseguir el objetivo principal, recuperar la salud”. Por ello, la atención que se presta es “integral; no sólo se les procura la vertiente sanitaria, sino también la psicológica y la pedagógica”, ha valorado.
El desarrollo emocional
El internamiento prolongado de los niños y niñas en edad escolar “no sólo ocasiona la interrupción del ritmo de su escolarización, sino que influye en su desarrollo emocional, afectándole en sus relaciones psico-sociales y psico-afectivas”, ha apuntado.
Al respecto, ha indicado que “la hospitalización es siempre un hecho traumático y agresivo que produce en el escolar un alto grado de inseguridad”, al tiempo que ha aseverado que “los docentes hospitalarios desarrollan su trabajo en un extenso ámbito de actuación, procurando atender educativamente la diversidad de los niños y niñas pacientes, algunos de ellos con necesidades educativas muy especiales”.
Las distintas modalidades del programa de atención a este alumnado tienen como objetivo compensar las dificultades de los pacientes y garantizar la continuidad de su proceso educativo.
Por otro lado, en colaboración con los hospitales comarcales, la unidad de trasplantes y donación de órganos y tejidos y el Centro Regional de Transfusión Sanguínea, se organizan visitas de centros educativos con enseñanzas de tercer ciclo de Primaria, ESO, FP Básica, Bachillerato y Ciclos Formativos de FP a los centros hospitalarios comarcales. En concreto, este curso han participado en la iniciativa un total de 69 centros y 1.748 alumnos.
0