Un Primero de Mayo con menos manifestantes pero más optimistas

Optimismo y esperanza en el nuevo Gobierno que surja del Congreso de los Diputados, pero menos asistentes. Ese puede ser el resumen de la manifestación del Primero de Mayo en Córdoba. “La gente cuando se movilizó de verdad fue el domingo. A tan pocos días no le podemos pedir a todo el mundo que siga en las calles”, sostenía un antiguo líder sindical, a pocos minutos de que comenzase la manifestación, que arrancó a las 11:00 de los jardines de la Cruz Roja junto a la Puerta de Almodóvar.

No obstante, fueron pocos los que madrugaron pero muchos más los que se fueron incorporando a la marcha conforme avanzaba. Finalmente, las dos manifestaciones (la oficial y la alternativa, convocada media hora más tarde con el mismo punto de partida) llegaron a ocupar con muchísimos huecos casi todo el Paseo de la Victoria. La Policía Local calculó la asistencia en unas 2.000 personas en la manifestación oficial. A la alternativa se habrían sumado, según las mismas fuentes, unas 500 personas.

Durante la marcha, los principales mensajes fueron para el que todo el mundo da como futuro presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez. El secretario provincial de UGT, Vicente Palomares, aludió a que su sindicato reclamará al PSOE que cumpla las promesas sociales y laborales que ha hecho en la campaña electoral. La coordinadora de CCOO, Marina Borrego, reclamó a Sánchez la derogación de la reforma laboral, algo que han pedido muchos líderes socialistas y también de otras formaciones políticas presentes en la marcha, como IU, Podemos o Ganemos en Común. No se vio a cargo alguno ni de Ciudadanos ni tampoco del PP o por supuesto Vox. En las campañas municipales de 2011, por ejemplo, a esta marcha acudió el aspirante entonces a alcalde José Antonio Nieto.

El lema de la pancarta que encabezaba la manifestación era una declaración de intenciones: “Primero las personas”. “Más derechos, más igualdad, más cohesión”, agregaba, en una marcha que contó con los sindicatos habituales, con pancartas feministas, con colectivos sanitarios y también en defensa del sistema público de pensiones, aparte de otros como la educación.

“Estamos en la recta final de nuestra vida pero hemos venido a defender los derechos de todos”, dijo Germán Toledo, de la plataforma en defensa de las pensiones, que sostuvo que “hay que luchar por nuestro estado social”.

Ambrosio saca pecho por la bajada del paro

En la manifestación, la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, ha resaltado que el descenso de paro en el último trimestre no es suficiente y hay que seguir trabajando para reducirlo aún más. “Desde el gobierno municipal se apuesta por el empleo digno y bien remunerado frente a la precariedad laboral y salarial impuesta por los gobiernos de derechas”, ha dicho.

Ambrosio ha recordado que la salida de la crisis “no está llegando por igual a todos los hogares como consecuencia de la política de recortes que impuso el gobierno de Mariano Rajoy y una reforma laboral que ha sido utilizada para precarizar el empleo y que los costes de la crisis se paguen a base de reducir el salario de los trabajadores”.

En este sentido, la alcaldesa de Córdoba ha señalado que “hay que trabajar para revertir esta situación y adoptar medidas para acabar con la precariedad laboral y dignificar el empleo, y que existe un compromiso firme por parte del actual gobierno municipal de colaborar en estos objetivos”.

Por su parte, el primer teniente de alcalde, Pedro García, de IU, ha aludido a “un cambio importante” de “unas nuevas elecciones que traen un nuevo arco parlamentario”. “IU está contenta por haber parado a la ultraderecha”, dijo, al tiempo que reclamó que “se anulen las dos reformas laborales para que vayamos recuperando derechos en nuestro país”.

García sostuvo que “queremos seguir construyendo una Córdoba de izquierdas” con “un modelo de ciudad muy respetuoso con los derechos laborales en todos los ámbitos”. “Es un día de fiesta para los trabajadores y que salta todo lo mejor posible en las elecciones municipales”, concluyó.