El alcalde recurre a su voto de calidad para aprobar una moción que pide la dimisión de Garzón
La difusión de las declaraciones manipuladas del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre las macrogranjas y la ganadería intensiva, y el cruce de acusaciones generado sobre este asunto entre todos los partidos políticos ha llegado este martes al Pleno del Ayuntamiento de Córdoba, que se ha mostrado totalmente dividido a la hora de valorar los efectos de una polémica que centraba hasta tres mociones distintas, presentadas por cinco de los seis partidos del salón plenario.
De las tres, sólo se ha podido aprobar una y ha tenido que ser con el voto de calidad del alcalde, José María Bellido, que ha ejercido su capacidad para desempatar cuando la votación estaba 14 a 14. Solo los concejales de PP y Cs votaron a favor de su moción, mientras que los ediles de Vox, Podemos, IU y PSOE la rechazaron. De hecho, en caso de haber estado presente la concejala Amparo Pernichi, fallecida hace unos días, la votación habría sido rechazada, como lo fueron las otras dos mociones, evidenciando la falta de acuerdo sobre este asunto, que va mucho más allá de la ganadería.
Finalmente, una de las mociones fue aprobada; la presentada por los grupos municipales Popular y Ciudadanos para exigir al presidente del Gobierno el cese inmediato del Ministro de Consumo “por sus ataques a la ganadería y al sector cárnico español”. Se ha aprobado dejando un debate que ha ejemplificado a la perfección la existencia de dos interpretaciones sobre las palabras del ministro: la de quienes vieron en ellas un ataque al sector ganadero y la de quienes las interpretaron como una defensa de la ganadería extensiva.
“You know Peter, I speak english perfectly”
Entre estos últimos, el más vehemente en sus intervenciones ha sido el portavoz del Grupo IU, Pedro García, quien ha cargado contra la ganadería intensiva y las macrogranjas por ser “la que echa a la gente, la que genera paro y la que genera mala calidad”, recordando que, tanto PP como Cs, han firmado “documentos” apoyando esta cuestión, y que estos partidos han votado “en 22 ayuntamientos en contra de las macrogranjas”.
“¿No se os cae la cara de vergüenza de ir a una explotación extensiva para defender lo mismo que el señor Garzón?”, ha preguntado García, recordando que tanto el líder de PP, Pablo Casado, como el alcalde de Córdoba, José María Bellido, han evitado dar ruedas de prensa en una macrogranja. En este ámbito, el concejal del PSOE, José Antonio Romero, ha llegado a reproducir las declaraciones de Pablo Casado desde su móvil, convenientemente editadas por un programa humorístico, como si fueran una parodia, mientras que García ha señalado que lo que ha ocurrido está más cerca de la serie Vota Juan que de un debate serio.
Y es que el debate ha llevado incluso a que el portavoz del PP, Miguel Ángel Torrico, reivindicara su conocimiento del inglés ante el portavoz de IU. “You know Peter, I speak english perfectly”, le ha dicho Torrico a García, después de que éste insinuara que a Isabel Albás, “aunque sea delegada de Turismo no le hace falta aprender inglés”, en referencia a que no había entendido las declaraciones de Garzón, que fueron a un medio británico.
Torrico, además, ha tenido tiempo para hacer un juego de palabras dirigido a la bancada de la izquierda: “Planas le ha enmendado la plana al ministro”, ha dicho el edil del PP, que ha afirmado que “el ministro de de Consumo se está convirtiendo en el ministro anticonsumo de España”. Isabel Albás se ha limitado a pedir la dimisión de Garzón. “Que le cesen o se vaya, pero que antes de irse pida perdón”, ha manifestado la portavoz de Cs.
Por parte de Podemos, Cristina Pedrajas, ha hecho una defensa de las condiciones científicas que recomiendan la ganadería extensiva frente al modelo de las macrogranjas, y Vox ha cargado contra PP por haber entrado “en una vorágine de fotos con vaquitas” y contra el PSOE por haber aplicado la agenda 2030, cuyas consecuencias, dice, “las va a pagar el campo español”.
El PSOE ha intentado a última hora enmendar todas las mociones, pero sus enmiendas han sido rechazadas por todos los grupos. El pleno, finalmente, ha acabado aprobando una única moción de las tres que se han abordado sobre un asunto que ha dejado la sensación de que estaba mucho más lejos de los intereses de los cordobeses que de los intereses electorales de los partidos que integran el Ayuntamiento de Córdoba.
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