Los investigadores de la UCO inician los análisis de aguas residuales de Córdoba para detectar Covid-19
El equipo de investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO) encargado de realizar los análisis de las aguas residuales de la capital en busca de la presencia de Covid-19 en estas para detectar posibles focos de contagio de manera precoz ya ha iniciado los análisis de muestras de estas aguas.
Así lo ha confirmado a este periódico Carmen Michán, especialista en Toxicología Ambiental y una de las investigadoras del equipo de la UCO que se dedica a estos análisis, que han recibido ya esta semana las primeras muestras de aguas residuales recogidas por Emacsa. La empresa municipal de aguas venía recogiendo muestras a diario desde el mes de julio, muestras que se han conservado congeladas y ahora se analizarán, además de otras muestras frescas que se siguen recogiendo ahora tres veces por semana.
Los investigadores trabajan ya con estas muestras en el laboratorio de bioseguridad ubicado en el campus de Rabanales, para mantener todas las condiciones necesarias para esta delicada tarea de análisis. A partir de ahora, irán realizando de manera simultánea los análisis de las muestras frescas de aguas residuales que se hacen -cuatro muestras: una en la estación depuradora de La Golondrina y otras tres en distintos puntos de la red y colectores-, y junto a ellas, se analizarán también las muestras congeladas desde primeros del mes de julio hasta ahora, para tener una visión de la evolución de la presencia de Covid-19 en las aguas residuales.
“Ver esa evolución nos permitirá relacionar la cantidad que hay de Covid en el agua con el número de casos que se diagnostican”, explica la experta, que indica que Emacsa recogerá muestras tres veces por semana. Cuando se analicen y procesen los datos de los análisis, estos serán notificados a la empresa municipal de aguas, de manera que esta pueda disponer de ellos para ponerlo en conocimiento de la Consejería de Salud de la Junta.
Emacsa ya confirmó a este periódico el pasado mes de agosto que venía recogiendo desde el mes de julio muestras de aguas residuales de la capital y conservándolas congeladas a la espera de que la Universidad de Córdoba iniciara los análisis de estas muestras en busca de Covid-19. Por su parte, los investigadores de la UCO trabajaban desde el inicio del verano en preparar todo el proceso necesario para realizar estos análisis mediante los que se podrá detectar precozmente nuevos focos de contagio de coronavirus.
Contrato entre la UCO y Emacsa
Hay que recordar que a comienzos del mes de julio, la Consejería de Salud auspiciaba la firma de un contrato entre la empresa municipal de aguas de la capital, Emacsa, y la Universidad de Córdoba para que ambas entidades colaboraran en el análisis de las aguas residuales de la ciudad con el fin de detectar precozmente cualquier foco de contagio de Covid-19. Córdoba cuenta en el campus universitario de Rabanales con un laboratorio de bioseguridad, una pieza clave que hace posible que en la capital se vayan a realizar estos análisis y que se prepara actualmente para llevar a cabo esta tarea a partir de septiembre, según explicaron en su momento a CORDÓPOLIS los investigadores que están al frente de este proyecto.
Carmen Michán, especialista en Toxicología Ambiental, María Ángeles Martín, del área de Ingeniería Química, y Juan José Garrido, del área de Génetica, encabezan y coordinan el equipo de profesionales de la UCO que vienen trabajando para avanzar en preparar todos los pasos que se necesitan para poder realizar los análisis de aguas residuales en busca de Covid-19.
Con experiencia en otros proyectos sobre aguas residuales y también en el equipo de la UCO que se preparó para realizar pruebas de diagnóstico de coronavirus, los investigadores de este equipo multidisciplinar trabajan ahora en “poner a punto todo el sistema e ir haciendo alguna prueba” parcial del proceso completo que se llevará a cabo posteriormente. “Nuestra intención es poder hacer los análisis completos a partir del 1 de septiembre”, explicaba en el mes de julio Carmen Michán, una de las investigadoras que trabaja en establecer el protocolo de trabajo.
Pruebas del protocolo y patrón de detección
Las pruebas parciales que se han venido llevando a cabo en las instalaciones del campus de Rabanales este verano atienden a los distintos pasos que requiere el meticuloso y complejo procedimiento del análisis completo. Porque esta tarea no es un mero análisis de las aguas residuales que Emacsa trata en la Estación Depuradora de La Golondrina.
La tarea que tienen por delante los investigadores pasa por distintas etapas, comenzando con la toma de muestras de las aguas residuales, sobre las que luego se actuará para concentrar el virus que esté presente en el agua. Tras ello, se incluirá un “control positivo con virus no infectivo” y, ya en un volumen pequeño de agua, se aislará el ADN presente en la muestra.
Sobre ese ADN aislado es donde se practicará la prueba de diagnóstico PCR para conocer si hay o no coronavirus pero, y lo que es más importante en este análisis, saber cuánta cantidad de virus hay y qué significaría cada cantidad. Para ello, Michán y sus compañeros han elaborado un “patrón de detección” del Covid-19 en aguas residuales, es decir, han establecido el medidor con el que asociar un resultado de una cantidad determinada de virus en el agua a un nivel de incidencia y presencia de coronavirus en la población.
De esa manera, se podrá alertar sobre posibles focos de contagio de Covid-19 de manera precoz. Y es que los estudios demuestran que el virus se manifiesta en las aguas residuales alrededor de una semana antes de que las personas presenten sintomatología clínica para ser tratados o que, como gran parte de los afectados, no presenten ningún síntoma.
https://cordopolis.es/2020/07/19/asi-trabajan-ya-los-investigadores-de-la-uco-que-buscaran-covid-en-las-aguas-residuales/
0