Estampas históricas en la salida extraordinaria de La Paz
La Virgen de la Paz y Esperanza desfila con motivo del 75 aniversario de su bendición | Sale de La Merced casi seis décadas después y llega a la Mezquita-Catedral por vez primera
Pasan unos minutos de las tres de la tarde. Las puertas se abren antes de la hora prevista. Empieza a caminar el cortejo, en esta ocasión sencillo y conformado también por representantes de otras hermandades de la ciudad. Centenares de personas aguardan el instante esperado, que se produce con absoluta exactitud. Cuando las manecillas del reloj marcan las 15:15 comienza a cruzar el dintel del antiguo convento de La Merced el imponente palio de la Virgen de la Paz y Esperanza. Tiene lugar entonces una estampa histórica, la primera de una tarde de celebración para la cofradía de Capuchinos. La imagen de Juan Martínez Cerrillo vuelve a iniciar un recorrido por las calles de Córdoba desde donde lo hizo entre 1942 y 1955. Después de casi seis décadas, sale de la actual sede de la Diputación. Precisamente allí, en el interior del renovado templo, recibió la visita de cofrades a lo largo de la mañana del sábado. También recogió una placa de la institución provincial, entregada por su vicepresidente primero, Salvador Fuentes.
El cielo presenta un claro azul. La tarde acompaña en la salida extraordinaria de la Virgen de la Paz y Esperanza. Una procesión que completa los actos organizados por la hermandad de la que es titular para conmemorar el 75 aniversario de su bendición. Sucedió un 8 de septiembre de 1939. Y el 18 de octubre de 2014 camina por las calles al calor de centenares de cordobeses y con el acompañamiento musical de la Sociedad Filarmónica de Pilas. La primera marcha que suena, en el inicio del recorrido y antes de dirigirse el palio a los Jardines de Colón, es precisamente Paz y Esperanza. De esta forma, comienza una jornada que se prolonga hasta la madrugada de este domingo. Por delante, en ese momento, quedan más de siete horas de camino. Algo más de una después de abandonar el antiguo convento de la Merced, la imagen alcanza Capitulares.
A las puertas del Ayuntamiento espera el alcalde, José Antonio Nieto, acompañado por la teniente de alcalde de Movilidad, Ana Tamayo, y por Rafael Gómez y Juan Miguel Alburquerque (UCOR). Después de dejar atrás, sólo unos metros, la fachada del compás de San Pablo, el paso se detiene frente a la Casa Consistorial. En ese momento, el primer edil entrega una insignia de la ciudad al hermano mayor de La Paz, cuya titular está a punto de marchar por vez primera en su historia hacia la Mezquita-Catedral. Una vez terminado el breve acto institucional, el cortejo toma Diario Córdoba y San Fernando. El palio camina, bajo las órdenes de Rafael Muñoz, entre los naranjos de la popularmente conocida como calle de la Feria. Poco a poco se aproxima el instante en que se produzca una nueva estampa para el recuerdo entre los cofrades cordobeses. Pero antes, un leve percance provoca que la corona de plata que porta la talla de Martínez Cerrillo tenga que ser sustituida por la de oro que utilizó hasta hace un par de años en las ocasiones especiales.
Es en torno a las 18:00 cuando el paso empieza a adentrarse en el Patio de los Naranjos. Apenas unos minutos después, la Virgen de la Paz y Esperanza camina por el interior de la Mezquita-Catedral. Es la primera vez que lo hace. Allí espera el obispo de Bangassou (República Centroafricana), el cordobés Juan José Aguirre, que es el encargado de oficiar una misa en el primer templo de la ciudad. También aguarda la Coral de la Cátedra Ramón Medina del Real Círculo de la Amistad. Una nueva imagen histórica tras la cual el cortejo y el palio inician el camino de regreso a Capuchinos. Vuelve la imagen a su sede después de que la abandonara la tarde noche del viernes en su traslado, en Rosario Vespertino, a La Merced. Son algo más de las 20:00 y por delante quedan más de cuatro horas y media de trayecto. Un recorrido que también deja la parada ante el convento de las Capuchinas para dedicar un acto a las hermanas del mismo.
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