Envían a la Intervención del Estado las cuentas de Aucorsa
La interventora municipal critica, en un informe, que el Ayuntamiento haya destinado casi 14 millones de euros a financiar a la empresa de autobuses y también que se haya incrementado el gasto en salarios
La interventora municipal del Ayuntamiento de Córdoba, Paloma Pardo, enviará a la Intervención General del Estado las cuentas de la empresa pública de autobuses de Córdoba, Aucorsa, según concluye en un extenso informe sobre su situación financiera al que ha tenido acceso este periódico. La principal crítica que realiza la interventora en su informe es que Aucorsa se ha convertido en un “ente dependiente” del Ayuntamiento, al que necesita para sobrevivir. De hecho, se cuantifican en casi 14 millones de euros las transferencias realizadas por el Consistorio hacia Aucorsa.
Aucorsa presta un servicio público como es el servicio municipal de autobuses en el casco urbano. Históricamente, el coste del billete que repercute a los usuarios no cubre los gastos de mantenimiento de una extensa flota de autobuses y líneas. Por eso, el Ayuntamiento transfiere capital financiero a Aucorsa, algo que permite la ley. Sin embargo, ahora la interventora lo que plantea es que Aucorsa deje de ser considerada como una compañía no dependiente. Precisamente, la funcionaria advierte que de proseguir así Aucorsa se puede encontrar problemas de cara al futuro. La última reforma de la administración local prevé, entre otras cosas, la disolución a partir del 1 de diciembre de 2015 de aquellos organismos que no hayan conseguido equilibrar sus cuentas. Y Aucorsa no lo ha logrado.
En su informe, la interventora asegura que Aucorsa ha incumplido el plan económico financiero que intenta, precisamente, equilibrar sus cuentas. De hecho, la funcionaria critica especialmente que se haya incrementado en 453.000 euros el gasto en salarios. Por ley, la administración local tiene prohibido incrementar el salario de sus trabajadores. También critica que a pesar de que Aucorsa ha sufrido tres ampliaciones de capital en los últimos años (las primeras en 2010 y 2011, y la más importante en 2012) sus cuentas siguen sin equilibrarse. Tanto, que aunque se ha reformado el presupuesto para enjugar el déficit, las cuentas de 2013 cerraron con más gastos que ingresos cuando se preveía justo lo contrario.
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