Emitiendo desde Onda Palmeras: la voz de los que no la tenían

Un grupo de jóvenes crea una emisora por internet con dos programas semanales y ahora busca instalar una antena para poder llegar a través de la FM a toda la barriada

Desde hace algo más de un año, los vecinos de la barriada de Las Palmeras en Córdoba cuentan con su propia emisora de radio desde donde ponen su empeño en que las noticias que aparecen en los medios sobre su entorno no sean siempre negativas. Con este objetivo nació Onda Palmeras, una radio impulsada por un grupo de voluntarios que trabajan con los jóvenes de la zona, tras participar en un curso de formación impulsado por el Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ).

Actualmente emiten dos programas semanales a través del canal de internet iVoox pero su próximo reto es lograr instalar una antena de FM, para que a los vecinos de la barriada desde la que emiten les sea más fácil escucharlos. “Empezamos esta iniciativa haciendo un pequeño curso de formación, que desarrolló el Instituto Andaluz de la Juventud aquí en el barrio de Las Palmeras sobre la radio, y como elemento de dinamización social”, detalla el coordinador de la radio, Pepe Serrano.

HISTORIAS DE LUZ

A través de esta iniciativa estos jóvenes de entre 18 y 30 años han aprendido a realizar entrevistas, a utilizar una mesa de sonido y de mezclas, a editar contenidos así como a utilizar las redes sociales de una forma profesional. Estas competencias y habilidades les servirán de cara a su inserción laboral. Sobre todo en Las Palmeras, una zona de la capital cordobesa que presenta un mayor riesgo de exclusión con una tasa de desempleo en torno al 70%. La radio es un medio a través del cual formar y ocupar a los jóvenes de la barriada y un medio de expresión para sus vecinos.

“Yo creo que lo más interesante es que la gente que sobre todo no es de aquí del barrio pueda conocer la otra cara de Las Palmeras, que también hay muchas iniciativas buenas, mucha gente que hace cosas por el barrio y eso de cara a los demás no se ve”, explica una de las voluntarias del proyecto, Mapy Sánchez.