El hombre reconoce que mantuvo una relación con ella pero niega vinculación alguna con su asesinato, en 1992Tras exhumarse el cadáver de Soledad Donoso, realizarle nuevas pruebas forenses e interrogar a más testigos, la juez de instrucción que investiga el presunto asesinato de la joven hce 20 años, tomó esta mañana declaración de R. C. G., único imputado, dos décadas después, por la muerte de la chica. El hombre admitió que mantuvo una relación con Donoso pero negó que tuviese nada que ver con el presunto crimen.El interrogatorio ha dejado pocas novedades. La abogada de la familia Donoso, Penélope Castejón, apuntó después que el imputado se había mostrado nervioso pero que no había propiciado avances. “La investigación tiene que seguir”, ha dicho la letrada.Los restos de Soledad aparecieron el 14 de octubre de 1992 en la orilla del Guadalquivir a su paso por Córdoba. No se sabía nada de ella desde hacía 14 días. Había salido de casa de sus padres, donde vivía, en la plaza de San Pedro para ir a su trabajo en una pizzería de la avenida Barcelona. El cadáver de la muchacha de 18 años se encontraba en muy mal estado, desmembrado y descompuesto, posiblemente por la acción de las alimañas y las fuertes lluvias que cayeron ese mes sobre la ciudad.A pesar de que los estudios actuales han sido taxativos, hace 20 años no se llegó a saber si las heridas habían sido producidas por mordeduras de animales o por otros factores. Tampoco su autopsia arrojó pistas. Y durante años siguió sin saberse a ciencia cierta qué le ocurrió a Donoso ni cómo murió. La madre y hermanos de Soledad siempre se quejaron de la investigación policial realizada entonces, fue muy laxa y llena de lagunas. La familia está convencida de que la persona de la que siempre sospecharon y hoy está imputado, fue el verdugo de Soledad.La clave del caso podría estar a hora está en la búsqueda del propietario de un Volkswagen Golf GTI rojo, posiblemente modelo de 1991. Ese es el eslabón que los investigadores que trabajan para la familia consideran que falta para resolver un crimen. Creen que el presunto asesino pudo llevar a la joven en ese coche hasta el Arenal alto, una zona a orillas del Guadalquivir, donde se encontró su cadáver. Los investigadores privados están prácticamente seguros de que el joven que conducía el coche y que pudo asesinar a Soledad no era el propietario del coche. Por eso, esperan que a través de los medios de comunicación alguien haga memoria y recuerde si hace 20 años prestó o perdió de vista un coche de las mismas características. El único imputado en el caso de Soledad Donoso abandona los juzgados
El hombre reconoce que mantuvo una relación con ella pero niega vinculación alguna con su asesinato, en 1992
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