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El coste de la penitencia

Penitente de la Misericordia, en 2018 | ÁLEX GALLEGOS

José Prieto

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La devoción es libre y gratuita, pero pertenecer a una hermandad, y más si se hace estación de penitencia con ella, supone un coste para el que lo hace pero que termina repercutiendo en la actividad económica de la ciudad, que se ve favorecida. Y es que las cofradías no viven del aire. Sus hermanos deben costear lo que gastan en asuntos como las flores y la cera de la procesión, cultos y capilla todo el año; en caridad, un capítulo de gran importancia en todas las corporaciones y que ayuda a muchas familias; o en patrimonio que realizan artesanos, que mantienen así su trabajo. Aparte, hay que adquirir la vestimenta propia de nazareno, costalero o mantilla, lo que también mueve dinero y beneficia a las empresas que viven de ello.

De ahí que ser hermano de una cofradía pase por abonar una cuota anual y si se quiere salir de nazareno pase por añadirle otra cantidad a desembolsar, salvo en alguna excepción en que en la cuota anual ya va incluido el precio por participar en la procesión. EL CIRINEO ha consultado a una veintena de cofradías cordobesas para conocer sus precios y hacer una estimación de lo que cuesta en la capital pertenecer a una corporación de penitencia y salir en Semana Santa. Las cuotas anuales en las hermandades ascienden a una media de 25 euros, aunque hay casos en los que solo se paga 20 como ocurre en el Rescatado, Jesús Caído y la Soledad y otros en que se llega a los 30 o incluso 38 euros.

Pero hay hermandades en los que solo se paga una vez al año. Por ejemplo en la Misericordia y la Expiración, donde la cuota anual está en 35 y 48 euros, respectivamente, aunque en los dos casos ya se incluye ahí la papeleta de sitio, es decir, que no hay que pagar nada más llegada la Cuaresma como sí ocurre en la gran mayoría de cofradías. En el primero de los casos, eso sí, es para cirios, esclavinas, bocinas, varas de escolta y costaleros; otros puestos como la presidencia, si deben abonar. El precio más elevado de las hermandades que han accedido a facilitar sus datos a este periódico se encuentra en la hermandad Universitaria, donde se pagan 50 euros de cuota al año, aunque aquí hay que hacer constar que la corporación es muy sensible con los hermanos que tienen dificultades para pagar pues existe la cuota reducida de 25 euros para desempleados y becas para estudiantes y personas que no pueden pagar nada, para quienes el coste es cero.

Mayor es la horquilla en los precios de las papeletas de sitio. Aquí hay precios que van desde los 10 euros hasta los 120, según la hermandad y el puesto que se ocupe. Hay varias hermandades que cobran lo mismo a todos los integrantes de su cortejo con independencia de dónde vayan, pues asignan los puestos por antigüedad y siguen la máxima de no gravar al más antiguo por ocupar un puesto mejor que otro hermano que, por otro lado, le pertenece por los años que lleva en su cofradía. Así, en la Soledad y Ánimas pagan todos los hermanos 20 euros de papeleta de sitio y 22 en la Vera Cruz. Pero lo habitual es que se pague según el sitio en el que se vaya en la procesión. La media por un cirio, el puesto más habitual, está en 21 euros, aunque hay hermandades que cobran 15 y alguna en la que se llega a los 35 euros.

Luego hay mucha diferencia entre los distintos puestos. Los niños con esclavina o roquete pagan solamente 10 euros en la Merced y 12 en el Rescatado y Cristo de Gracia aunque hay casos en los que cuesta 20 o 25 euros. Los cargos e insignias oscilan entre 15 euros en algunos de estos lugares en el Resucitado y los 45 de las bocinas de otras hermandades. Los puestos más caros de nazarenos son en todas las hermandades los de presidencias y manigueteros (que van en las esquinas de los pasos). Las cofradías más económicas son el Cristo de Gracia, donde se pagan 25 euros por presidir el cortejo, o Jesús Caído y Resucitado donde se paga 40 euros por el mismo concepto pero hay extremos de 100 y hasta 120 euros por presidencia e ir cogido de una manigueta.

Salir de costalero cuesta de media 14 euros. Hay hermandades que solo cobran 10 euros a quienes portan las imágenes como ocurre en Cristo de Gracia, Sentencia, Paz, Merced, Santa Faz o Resucitado. En otras, son 20 euros. Y en lo que respecta a las mantillas, en las hermandades en las que existe esta figura tras los pasos, la media alcanza los 38 euros. Los extremos están en los 25 euros y los 50. Con los datos aportados por las cofradías, de entre las que tienen tanto cuota de hermano como papeleta de sitio, la más barata para salir en sus distintos puestos es la del Cristo de Gracia, mientras que en conjunto, lo más económico es salir en Misericordia.

Lo que cuesta el atuendo

La ropa es otro capítulo. En La Tienda del Cofrade, ubicada en San Lorenzo, se puede adquirir todo lo referente al nazareno y al costalero. En el primer caso, lo habitual es que las hermandades alquilen las túnicas por diferentes importes que en algunos casos son para cubrir los gastos de tintorería, aunque hay corporaciones como por ejemplo el Prendimiento y la Esperanza en las que todo el que sale debe adquirir su hábito en propiedad. Esto también es obligatorio para los mayores de 18 años en la Sentencia. Además, en muchos casos, los nazarenos optan por tener su propio hábito para siempre en lugar de que se lo facilite la hermandad cada año. En este sentido, los precios de los equipos de nazarenos en el establecimiento mencionado van de los 90 a los 170 euros, aunque en algún caso pasan los 200 por sus peculiaridades. Todo varía en función de la tela, de los escudos y otros elementos como borlas y galones.

Lo explica Juan Manuel Cabello, el gerente de La Tienda del Cofrade, donde también se pueden comprar capirotes de rejilla que cuestan 15 euros, aunque hay cofradías con las que tienen acuerdos y para sus hermanos son más baratos. Además, el nazareno debe llevar guantes que tienen un coste de entre 2,50 y 3 euros y que son de espuma ajustables a las manos. En cuanto al calzado, hay hermandades que llevan zapato de vestir y otras piden esparto (con coste de 10 euros) como Ánimas o Penas de Santiago. Y también hay zapatos de lona, permitidos en algunas corporaciones, por 10 euros.

El costalero lleva más “complementos”. El principal es el costal, que en esta tienda cuestan entre 25 y 30 euros si es de saco sencillo o en forma de L. El precio aumenta si se quiere personalizar y puede costar desde 10 euros más por ponerle un escudo a 40 o 60 euros por que lleve una pintura o una imagen bordada. Los costales, que se pueden hacer aquí a medida, necesitan de la morcilla, que es la parte esponjosa donde cae el peso de la trabajadera. Cuestan 5 euros de lana, aunque hay quien pide bordarla y el precio aumenta de nuevo. Por lo que respecta a las fajas, las de tela están entre los 9 y los 12 euros en función del largo y del ancho, aunque Juan Manuel Cabello recomienda que, además, el costalero lleve una faja ortopédica o lumbar para ir más reforzado. Su coste es de 20 euros.

Los pantalones de costalero pueden ser los clásicos con multibolsillo, por los que hay que pagar 14,50 euros o de un tipo que ha introducido este establecimiento como es el “chino” 100% algodón, que es más cómodo para el costalero y favorece su movimiento al ser elástico. Cuesta de 25 a 27 euros. El calzado para quienes llevan los pasos puede ser botín (15 euros), bamba (10 euros) o zapatilla deportiva de entre 20 y 25 euros. Otros complementos son camisetas bordadas a 10 euros, sudaderas también con bordado a 25 o camisas bordadas que cuestan entre 20 y 25 euros, pero estos ya no son indispensables.

Por último, una de las figuras características de algunas cofradías son las mujeres vestidas de mantilla. Aquí es más difícil dar cifras pues los vestidos negros y los zapatos pueden adquirirse en cualquier tienda de ropa y calzado a precios muy variados y personalizados. Para las mantillas y peinas hay varios establecimientos en Córdoba que las suministran. Uno de ellos es Decolores, en Ángel de Saavedra. Su gerente, Vicente Muñoz, explica que allí venden mantillas de entre 80 y 1.500 euros. Las más baratas son en poliéster y las confeccionadas a máquina, y las más caras están hechas en seda. Además las hay bordadas a mano a partir de 975 euros. En cuanto a las peinas, son de imitación de carey y hay precios de entre 35 y 300 euros dependiendo del labrado y el tamaño. En broches también existe una gama extensa, desde 10 euros hasta 150 si es en plata con pedrería.

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