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Córdoba ha vivido la primera mitad de año más seca desde 1945

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Miguel Moya

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No se registra lluvia apreciable en Córdoba Aeropuerto desde el 25 de abril. Han pasado 81 días. Inmersos ya en pleno verano, la estación seca del año en buena parte del sur peninsular, las perspectivas no son halagüeñas. Pero es que si alguien esperaba lluvia en junio, julio o agosto, o desconoce el clima de la zona o tiene mucha fe en una caprichosa atmósfera que lleva unos años haciéndose difícil de entender. Ni siquiera se ha formado alguna tormenta, más o menos habituales al menos una vez en mayo o en junio. Las sequías meteorológicas no son desconocidas en Córdoba, pero ni los 105.6 mm desde enero ni los 117 mm caídos desde el 1 de diciembre de 2018 tienen precedentes en los últimos 75 años.

Enero-junio de sequía meteorológica histórica en el entorno de la capital cordobesa

Hay que remontarse a los primeros años de la posguerra española y al final de la Segunda Guerra Mundial para encontrarse con una primera mitad de año más seca que la de 2019. Corría entonces el año 1945. De aquellos duros años saldría la famosa frase de la pertinaz sequía (1945, 1949, 1950, 1953 y 1954 fueron especialmente secos) y el ansia de Franco por inaugurar embalses. Fueron seis meses muy parecidos a los de este año. En enero cayeron 54.8 mm, solo 2.6 mm en febrero y una primavera muy seca con poco más de 40 mm y un junio a cero. En 2019, enero registró 37.2 mm, febrero únicamente 0.5 mm y la primavera acumuló 68 mm, con el mayo más seco conocido y también con junio de vacío por octava vez en 60 años. En enero-junio de 1945 llovió un total de 101 mm, mientras que en enero-junio de 2019 poco más: 105.6 mm.

Desde 1945 se han dado otros periodos enero-junio muy secos, en años bien conocidos y encuadrados en sequías importantes no solo a nivel local: 1983, 1995, 1999 o 2012. Sin embargo, en ninguno de esos años llovió menos que en 2019. Un año este que arrastra también un diciembre de 2018 desastroso (solo 12 mm). La media de lluvia enero-junio en el periodo de referencia 1981-2010 es de 276.2 mm. Los 105.6 mm de este año representan el 38 %. Si se prefiere comprobar el dato con una zona de normalidad (entre los percentiles 40 y 60 del citado periodo de referencia) que se sitúa entre los 246 y los 295 mm (ver gráfico inferior), el intervalo de porcentaje es del 36-43 %. Si se compara 2019 con toda la serie del aeropuerto, el intervalo baja tres puntos y pasa al 33-40 %. Lo mismo ocurre al usar todos los datos disponibles desde 1915: 30-36 %. Unos datos que demuestran, además, el evidente descenso en promedios de la lluvia de enero a junio en el último siglo. Un descenso claro desde el principio de los años ochenta que se mantiene hasta hoy. Eso sí, aparentemente con un ligero crecimiento sostenido por las primeras mitades de año de 2010 (con inundaciones del Guadalquivir en febrero) y 2013 (con un marzo de récord, 273.1 mm).

Falta de lluvia también en el resto de la provincia

La situación no es mejor en la provincia. Desde enero a junio, la lluvia ha dejado un total, estimado a partir de 19 estaciones, de 146 mm. La media al acabar junio es de 296 mm. Ha llovido, pues, la mitad de la media. Aunque lo ha hecho puntualmente y de forma escasa tanto en mayo como en junio (no se registra lluvia apreciable en la provincia desde el 7 de junio), también hay que retroceder al 25 de abril para dar con el último de lluvia, en mayúsculas, a nivel provincial. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMet) sigue de cerca la sequía meteorológica nacional en periodos de uno, tres y seis meses. El mapa de enero a junio muestra índices de precipitación estandarizados (SPI, en inglés) de -1 a -1.5 en el extremo sudeste de la Subbética cordobesa, de -1.5 a -2 en el sur, centro y nordeste de la provincia y de -2 a -3 en el cuadrante noroeste (todo el Guadiato, parte de los Pedroches y buena parte de Hornachuelos). Estos índices indican lo siguiente: si es de -2 a -3, la lluvia ha estado entre 2 y 3 veces la desviación típica por debajo de la media. Si el SPI es inferior a -1 se considera que hay sequía meteorológica. En la zona de la capital el SPI de enero a junio es de -1.7. Es decir, ha llovido 1.7 veces la desviación típica por debajo de la media.

Esta falta de lluvia afecta a la humedad del suelo, que según la AEMet se encuentra entre el 0 y el 10 % en toda la provincia en cuanto a la capa superficial y en casi todo el territorio en cuanto al porcentaje sobre la reserva máxima de agua disponible, con un 10-20 % en la Subbética cordobesa. Los embalses se encontraban ayer domingo al 38.7 %. El 1 de mayo, cuando comenzaron a desembalsar, tenían 400 hectómetros cúbicos más y estaban al 50.8 % de capacidad, según el SAIH del Guadalquivir. En caso de no llover de aquí al 30 de septiembre se estima que para entonces el porcentaje haya descendido al 27 %. En 1983, 1999 y 2012, cuando apenas llovió de enero a junio, el otoño dejó de 275 a más de 300 mm. Será necesario que vuelva a ocurrir en 2019.

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