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La Consejería de Salud investiga por qué la alcaldesa de Torrecampo fue vacunada el pasado martes

Vacunas contra el Covid.

Alejandra Luque

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Fuentes de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía han confirmado a este periódico que se está investigando la vacunación de la alcaldesa de Torrecampo, Francisca Alamillo, dado que “la vacuna sólo está prevista para el personal laboral y los residentes de una residencia”.

Estas mismas fuentes aclaran que en el caso de un presidente de un patronato, puesto que ocupa la regidora torrecampeña como presidenta del centro de mayores, “no implica relación laboral económica con la residencia”.  Además, desde la Consejería aseguran desconocer el motivo por el que Alamillo se encontraba en la residencia ya que son los trabajadores los únicos “que pueden entrar a las residencias dado el cierre acordado ante la situación sanitaria actual”.

Asimismo, estas fuentes niegan que el Área Sanitaria Norte, a la que pertenece Torrecampo, la obligara a vacunarse dando que el procedimiento es voluntario. Según el relato de la regidora socialista, “el día 18 de diciembre a las 21:00 horas el Área Sanitaria informa a los directores de residencias que se va a empezar a vacunar a las residencias de mayores y que deben enviarles una relación de trabajadores y residentes a la mayor brevedad posible para poder gestionar la vacunación. En el caso de la residencia de Torrecampo, el 19 de diciembre a las 17:00 se remite un documento a la directora de Enfermería de dicha Área Sanitaria indicándole las personas (residentes y trabajadores) que desean vacunarse y las que no, las personas que estaban en situación de baja puesto que desde el Área Sanitaria Norte se indicó que a esas personas no se las vacunaría, quienes no han comunicado nada y quienes finalizan en breve contrato y pueden seguir o no. Igualmente, se comunica la relación” que vincula a Alamillo con la residencia y su “deseo expreso de no ser vacunada” hasta que le corresponda por el grupo de población a la que pertenece.

En el comunicado difundido a través de su perfil en Facebook, la alcaldesa asegura que “cuando comienzan a realizarse los test de antígenos y teniendo en cuenta” que visita “la residencia semanalmente como componente del organigrama de la misma al ser presidenta de la misma y no como cargo político, la enfermera gestora de casos da su autorización” a que le realicen dicho test.

“Sobran dos vacunas y piden dos personas rápidamente”

“En principio la fecha de vacunación era el 5 de enero, pero debido al retraso en este proceso que hay en Andalucía, el Área Sanitaria comunica que avisarán el día antes de llevar a cabo la vacunación. El 11 de enero a las 10:20 horas se produce ese aviso, indicando que al día siguiente, el 12 de enero, se vacunarían a las personas de la residencia. Es en ese momento cuando la dirección del centro, sin seguir las indicaciones, envía un segundo listado modificado al Área Sanitaria”. Ese mismo día “llegan a la residencia las vacunas y las enfermeras vacunan sobre el documento que poseen en ese momento. A la cita no acude una trabajadora y otra que en principio se la iba a poner porque no está prestando servicios por fin de contrato. Al final, sobran dos vacunas y las enfermeras pidieron a la dirección del centro que llamara a ”dos personas rápidamente y el director dijo que en 30 segundos se presentarían dos personas“.

“Ante esta situación, y teniendo en cuenta que habían indicado que las personas de baja no se vacunan, la dirección del centro llama a la auxiliar que inicialmente estaba en el listado pero ahora no está prestando servicio en el centro y será la próxima auxiliar que se contrate y que no está de baja” y llama a Alamillo, como presidenta del centro. “Por lo tanto, la dosis que me ponen no le ha sido hurtada a ningún trabajador del centro y, por supuesto, a ningún residente”, concluye la regidora.

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