Conchita Rey: de ropa para bodas y comuniones a diseñar batas quirúrgicas para los sanitarios

Conchita Rey, diseñadora de Iznájar, ha puesto sobre la mesa todos sus conocimientos en patronaje para confeccionar una copia casi exacta de las batas quirúrgicas para ayudar a los sanitarios que trabajan contra el coronavirus en el Hospital Infanta Margarita de Cabra. Esta aventura textil se desarrolla gracias a la solidaridad de la empresa ruteña Samafrava, que ha donado el plástico con el que se están haciendo estas batas, iniciativa en la que también colabora la firma Camisas Dove Flamenco.

Aunque vive en Málaga, esta cordobesa se trasladó a su pueblo para pasar la cuarentena dado que al principio del confinamiento falleció uno de sus familiares. Tal y como le ha ocurrido a miles de empresas en toda España, el decreto del estado de alarma ha paralizado la producción de su firma, Reyconchita, que se dedica a la confección de ropa para bodas, bautizos y comuniones.

Con la maquinaria parada pero con muchas ganas de coser, Rey y una amiga decidieron diseñar batas quirúrgicas para ayudar a los sanitarios gracias a la donación de la empresa Samafrava, aunque antes enviaron algunas pruebas a varios facultativos para saber si eran válidas o no. Obtenido el visto bueno, ambas cordobesas empezaron a coser batas, una labor que corrió por su pueblo hasta llegar a la empresa Camisas Dove Flamenco, que también ha tenido que cerrar su taller por el estado de alarma y que ahora se afana en hacer batas. En esta especial cadena de montaje no podían faltar las costureras, iznajareñas que también han querido mostrar su lado más solidario.

Aunque el plástico utilizado no es todo lo transpirable que los sanitarios necesitarían, los materiales para la confección de las batas escasean así que Rey ha prestado gran atención para que, al menos, sean cómodas. Los envíos se realizan cada dos días a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Infanta Margarita de Cabra, aunque el Reina Sofía ya ha recibido también algunas de estas batas. “El personal sanitario está muy escaso y cuando les llega este material lo sienten como si fuera la noche de Reyes”, concluye la diseñadora.