El clima de Córdoba: un verano de calor normal

Se acabó el verano meteorológico (1 de junio a 31 de agosto) y es tiempo de analizar cómo ha sido. Pese a que algunas predicciones estacionales plantearon un verano marcado por el calor extremo y continuado en la península ibérica, finalmente solo fueron las zonas centro y nordeste las que tuvieron los episodios más intensos. Una prueba de ello es que en Córdoba no se han llegado a superar «siquiera» los 42 °C. Este año no aparecerá entre las 10 máximas más altas del país. Únicamente la estación AEMet de Andújar, de entre los clásicos puntos del calor nacional, se coló en tal ranquin. No obstante, el verano en Córdoba se situó ligeramente por encima de la media (1981-2010), dentro de los parámetros normales.

 Un agosto cálido y muy húmedo 

El último mes del verano dejó una temperatura media de 28.6 °C, por lo que fue el más caluroso de los tres. El mes quedó 0.8 °C por encima de la media (1981-2010), fue idéntico a la media desde 2001 y ha quedado 0.3 °C por debajo de la media desde 2011, teniendo en cuenta que cuatro de los seis agostos más calurosos (incluido el récord) se han dado desde entonces. La media de las mínimas fue de 19.7 °C (+0.5 °C) y la media de las máximas alcanzó los 37.6 °C (+1.3 °C). La mínima absoluta fue de 16.0 °C (día 13) y la máxima absoluta de 41.4 °C (día 17). La mínima más alta no bajó de 22.6 °C (día 1), mientras que la máxima más baja no pasó de 32.1 °C (día 27).

El único día de lluvia del verano, el día 26, las tormentas dejaron 11.4 mm en el aeropuerto, algo más del doble que la media mensual y uno de los 10 agostos más húmedos desde 1959.

 El verano, en la media y dentro de los parámetros normales 

El trimestre junio-agosto registró una temperatura media de 27.0 °C, 0.3 °C por encima de la media y con un carácter «normal/cálido». Entre 1959 y 1988 no hay ningún verano que haya tenido tal temperatura media. Se ha colocado 0.5 °C por debajo de la media desde 2001 y fue 0.6 °C inferior a la media desde 2011 (los cuatro veranos más calurosos se encuentran aquí). La media de las mínimas fue de 18.4 °C (+0.3 °C) y la media de las máximas de 35.6 °C (+0.3 °C). Ambos valores se encuentran dentro de los parámetros normales, pero en la parte alta del segundo tercil (normales/cálidos).

Se dieron 11 máximas de 40 °C (dentro de lo normal) y 29 mínimas superiores a 20 °C (una mínima por encima del valor superior del intervalo normal). La mínima absoluta se dio los días 6, 8 y 15 de junio, con 11.0 °C. La máxima absoluta fue de 41.8 °C el 11 de julio. La mínima más alta ocurrió el 22 de julio, con 23.9 °C. La máxima más baja fue el 14 de junio con 27.1 °C.

Los 11.4 mm del 26 de agosto, única lluvia en todo el trimestre, representaron poco más de la mitad de la media (55 %). El valor es normal.

 El año agrícola 2018/2019, muy cálido y muy seco 

Del 1 de septiembre de 2018 al 31 de agosto de 2019 se ha dado una temperatura media de 18.7 °C (+0.6 °C). Solo hay siete años agrícolas más cálidos desde 1959. El registro se sale de los parámetros normales.

En cuanto a lluvia, se han recogido 395.7 mm, un 69 % respecto a la media. Ha sido el 12.º año agrícola más seco en Córdoba Aeropuerto. Más de la mitad del total cayó en octubre y en noviembre de 2018.

 Un otoño que podría ser más cálido que lo normal y sin señal clara en lluvia 

La predicción estacional de la AEMet apunta a que el trimestre septiembre-noviembre podría ser más cálido de lo normal (un 50 % de probabilidad) y sin una señal clara en lluvias. Existe la misma probabilidad para los tres terciles climatológicos (más seco de lo normal, normal y más húmedo que lo normal). El observatorio Copérnico señala que septiembre y noviembre podrían tener anomalías secas, mientras que octubre sería el mes de lluvia. Lo que está claro es que el último tercio de año va a tener que ser muy lluvioso para paliar la sequía meteorológica iniciada en diciembre de 2018.

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Fuente: AEMet / INE. Análisis y comparación histórica: Colectivo Meteofreak.

La AEMet solo proporciona los datos de las medias y totales mensuales, así como de los extremos de temperatura y lluvia, junto a los días en que se han producido. No realiza análisis ni comparaciones históricas mensuales, estacionales o del año agrícola de estaciones meteorológicas concretas como los aquí expuestos.