Crecí en los 70 bajo la influencia de la Señorita Pepis, un set de maquillaje para niñas del que arranca un amor interminable por el rojo de labios y el khol enmarcando la mirada. Las tendencias y la moda, la cosmética y el sublime arte del perfume me interesan con una pasión que solamente los adictos sabemos reconocer. Y sí, somos cientos de miles de personas -por cierto, muy distintas en edad y características sociales- para quienes la moda es una motivación, un bálsamo, un acicate, un exquisito pasatiempo. Ahora que Internet y las redes sociales han incendiado el mundo con la revolución fashionista, por qué no echar más leña al fuego desde las páginas de CORDÓPOLIS.
Uñas libres de…
La protagonista de La señora March tiene las uñas destrozadas y no solo esto, obviamente. La autora de la novela, Virginia Feito, la describe tan necesitada de una manicura y avergonzada de ello mientras vagabundea por las zonas más elitistas de Nueva York, que en mi cabeza hizo ‘click’ la importancia de las manos, la imagen que proyectan de nosotros, etcétera, para pensar después en cómo hacer más saludable y ecológico el tratamiento más lucido de todos: esmaltar las uñas.
La cosmética ‘clean’, sostenible, segura para nuestra salud y lo más respetuosa posible con el medio ambiente es una prioridad. Por eso, si optamos por lacar las uñas, hagámoslo con lo mejor en todos los sentidos. Opciones existen, entre ellas la firma francesa Manucurist. Su web y tienda online explica que están libres de tolueno, DPB, alcanfor, Xileno, formaldehído hidroquinona, etilformamida, fosfato de trifenilo, benzofenona, estireno y monómeros. Lo esencial es no estar en contacto con sustancias que afectan al sistema endocrino y reproductivo, que han sido catalogadas como cancerígenas o que generan alergias; lo que le sigue es cuidar la uña y alrededores y un resultado excelente.
¿Quién hace el trabajo a la hora conseguir un secado rápido, diez días de duración y un acabado impecable? Alternativas naturales derivadas de plantas como la caña de azúcar o la mandioca.
Manucurist, a la venta en su propio espacio, así como en Sephora, The Cosmethics y Laconicum, posee, además de lacas de uñas convencionales y una especial para niños que se disuelve con agua, su estelar gama Green Flash que permite una manicura semipermanente con lámpara LED, libre de tóxicos y que no necesita acetona para retirar el esmalte.
Otra firma ‘free’ de prestigio, sin gluten, con certificado Halal, vegana y que permite respirar a la uña es Nailberry, disponible en la tienda online de Marta Masi. También, con colores espectaculares, línea de cuidado y fórmula natural libre de tóxicos, está, entre mis favoritas, Kure Bazaar, a la venta en tienda online de la firma francesa Bazar Bio y en The Cosmethics. Y del gigante OPI, las nuevas Nature Strong, 9free de acuerdo con la información publicada por ULTA, veganas de origen natural y en una treintena de tonos.
Libres somos de pintar o no las uñas; pero si lo hacemos hay que leer la lista de ingredientes, no acumular productos en casa (se acabarán estropeando) y elegir a profesionales manicuristas que cuiden de la salud y estética de nuestras manos.
Nota: Las menciones a marcas y productos no llevan aparejada ninguna contraprestación
Sobre este blog
Crecí en los 70 bajo la influencia de la Señorita Pepis, un set de maquillaje para niñas del que arranca un amor interminable por el rojo de labios y el khol enmarcando la mirada. Las tendencias y la moda, la cosmética y el sublime arte del perfume me interesan con una pasión que solamente los adictos sabemos reconocer. Y sí, somos cientos de miles de personas -por cierto, muy distintas en edad y características sociales- para quienes la moda es una motivación, un bálsamo, un acicate, un exquisito pasatiempo. Ahora que Internet y las redes sociales han incendiado el mundo con la revolución fashionista, por qué no echar más leña al fuego desde las páginas de CORDÓPOLIS.
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