¿Te vas a casar?
Viene el buen tiempo y con él las bodas de muchas jóvenes que desean entrar en esa nueva vida matrimonial. Seguro que el día estará radiante, con mucha compañía a tu alrededor, toda bien engalanada y deseándote lo mejor. Mientras que tú, como protagonista, serás el centro de las miradas. Nada puede fallar… ni yo tampoco. Lo haré con un regalo en forma de consejillos anticipados. Así, anticipadamente y a fin de que tu día más feliz resulte perfecto, sintiéndote segura y admirada. Y, por si me faltara algo, en estos consejos también incluyo a los novios. Después de todo, ellos serán, al igual que tú misma, la otra media naranja con el mejor de los sabores e igualmente despertará el interés de todos con el saboreo de sus miradas…
Para empezar, cuida tu nerviosismo. Son muchas cosas las que debes organizar anticipadamente a la boda y… Pero tranquila, tranquilos todos. Ya verás como todo sale perfecto, a tu gusto y al de los invitados.
Los hombres no somos un problema. Un corte adecuado 15-20 días antes de la boda será suficiente. Así no se verá “recién cortado”. Y´, llegado el día ‘’D´´, un afeitado hidratante y un toque de perfume bastará. Falta el traje y… ¡¡a la Iglesia, chaval, que debes llegar el primero!!! Así te luces a tu gusto mientras van llegando los amiguetes.
Para ellas:
Acudir al/la estilista, al menos con un mes de anticipación, para organizar el día y la hora de las pruebas de peinado, maquillaje, depilación y un conveniente tratamiento de cutis, además de otro hidratante para el cuerpo en general.
Las más claritas de piel, comenzar dos meses antes unas sesiones de rayos UVA para todo el cuerpo, sin olvidar realizaros en días anteriores una exfoliación corporal para que la tonalidad sea más intensa, igualada y durable.
Quince días antes de la boda podréis realizaros un moldeado, un alisado fijo, mechas… y una semana antes de la ceremonia el color definitivo en el cabello.
Igualmente, la semana anterior al enlace, realizaros la limpieza de cutis y todo lo necesario en cuanto al cuerpo en general, como depilación, hidratación y limpieza de cutis.
El día señalado, el de tú matrimonio, procura estar relajada. No tomes café ni otras bebidas excitantes. Una tila será suficiente (incluso durante los días anteriores) y mejor infusiones de valeriana y manzanilla. Te espera un día muy ajetreado –igual que en días anteriores- y, si te haces caso de los que están “bailando” a tu alrededor, incluso tu madre y/o hermanas, te pondrás nerviosa y es posible que no organices bien tu tiempo.
Las bajitas deberéis escoger peinados en prendido o recogido, siempre altos, pero sin exagerar, peinando los laterales con tendencia arriba. Los tacones de los zapatos los dejo a tu gusto, aunque no pretendas con ellos –además de por tu recogido-, sobresalir por encima de la estatura de tu novio. El tocado será, preferentemente, de corona o similares, con la pretensión de daros altura.
Para la novias estilizadas y altas, por el contrario, el peinado ideal resultará en moño bajo o caído, centrado en la baja nuca, incluso inclinándose hacia un lateral.
Las amantes de pelo corto (o que así lo tengan habitualmente) deben escoger entre un postizo (que te aconsejarán el ideal en la peluquería) o dejarse crecer el cabello desde meses antes, si es que es su deseo para peinarse con un recogido. En este último caso, no olvidar que el pelo crece entre 1 y 2 centímetros al mes, así que ya sabes… Calcula el tiempo para que tu cabello obtenga el largo necesario.
El maquillaje deberá ser de los denominados
Con el color de las uñas pasa otro tanto al maquillaje. Te recomiendo que sea claro y acorde al color que lleves en los labios. Debes de huir de los rojos llamativos, los granates, naranjas y otros estridentes, no ya por modernos, sino porque desentonan en un día ceremonial y, consecuentemente, serio.
Con el perfume tampoco deberás excederte, puede empalagar. Aplícalo en los sitios claves, como son los pliegues de los codos, detrás de orejas, muñecas y en los laterales del ombligo. Ayúdate, porque es muy válido y puede conjuntarse al perfume (pero sin tocarlo), con un desodorante sin perfume.
¡¡Ah…!! Y una cuestión muy importante: tanto los días de las pruebas del vestido, como en el del peinado, no asistáis con prendas cerradas en el cuello. De esta manera evitaréis despeinaros.
Por los demás… ¡¡que seáis felices y comáis muchas perdices!! Es el mejor deseo, como regalo de bodas, que os puedo enviar a las futuras –y futuros- contrayentes desde este humilde rincón de “Por los pelos”.
¡¡Felicidades!!
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