El año 2021 fue un buen año para las inversiones en fondos de inversión de renta variable en general, sin embargo, este 2022 no ha empezado con buen pie.
Seguimos con una inflación por encima del 6%, el Euribor ha pasado de -0,50% a rondar el -0,30% y la coyuntura económica sigue en incertidumbre.
Posiblemente veamos cómo los bancos empiezan a mirar de nuevo al ahorrador tradicional que dejaba su dinero a plazo fijo y empiecen a “pagar” algo más por nuestro ahorro.
La compra de una vivienda, a pesar de la subida experimentada, como alternativa a los fondos de inversión o a la Bolsa, ha sido y puede seguir siendo, una opción interesante y rentable.
Tomemos como ejemplo la inversión en una vivienda de 70 metros cuadrados cuyo precio fuese 80.000€ sin contemplar los gastos e impuestos de la compra de la vivienda que nos hará disminuir la rentabilidad de la inversión.
Podríamos plantearnos diversas alternativas para rentabilizar una vivienda.
Alquiler para largas temporadas.
Sigue siendo una alternativa rentable, si se encuentra un buen inquilino.
El precio del alquiler, en función de las características de la vivienda y zona, puede rondar de media los 7€ por metro cuadrado, es decir una vivienda de unos 70 metros cuadrados estaría sobre los 490€.
La rentabilidad anual obtenida por el alquiler durante 12 meses podría rondar el 7%, sin tener en cuenta los posibles gastos de mantenimiento de cada año ni el pago de los gastos a cargo del propietario.
Si deseamos garantizarnos el cobro mensual del inquilino, tenemos la opción de contratar un seguro que nos garantice el cobro o solicitar un aval bancario al inquilino.
Alquiler para estudiantes.
Si se ha invertido en una vivienda para destinar al alquiler para estudiantes, debemos pensar en una vivienda de al menos tres o cuatro dormitorios, con dos cuartos de baño y ubicada en una zona bien comunicada con medios de transporte.
La rentabilidad anual por período de alquiler de media 10 meses rondaría el 7,5%, en el supuesto de vivienda de 3 dormitorios a una media de 200€ por estudiante.
El gasto en el mantenimiento a realizar cada año variará en función de cómo cuiden los estudiantes la vivienda, este gasto nos hará disminuir la rentabilidad.
Alquiler vacacional.
Fue la opción de moda hasta la llegada de la pandemia, destinar viviendas al turismo que visita nuestra ciudad por estancias cortas de tiempo de una o dos noches.
Exige una gestión más profesional y una mayor dedicación de tiempo al mantenimiento y búsqueda de inquilinos que las anteriores alternativas de alquiler, ya que el objetivo que se debe plantear es mantener la vivienda el mayor tiempo posible alquilada.
El gasto del mantenimiento de la vivienda y de la gestión de usuarios es factor determinante en el éxito de los ingresos.
La rentabilidad puede ser muy superior, dependerá del porcentaje de ocupación anual y de las tarifas a aplicar en cada época del año.
Son posibles alternativas para intentar generar ingresos de un inmueble.
Pero si contamos con un dinero ahorrado, antes de destinarlo a la compra de un inmueble como inversión deberíamos de reflexionar sobre alguno de los aspectos que acompañan a toda inversión.
¿Qué pasaría si destinamos todo nuestro ahorro a la compra de un inmueble y nos surge la necesidad de disponer de parte del dinero para un imprevisto?
La liquidez, capacidad de poder disponer de nuestro dinero, es un factor determinante en toda inversión, no lo olvides.
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