¿Es conveniente endeudarse?

La respuesta, como en casi toda pregunta que nos hacemos en finanzas, es: ¡depende!

Empecemos por definir qué es endeudarse. Básicamente, es el hecho de utilizar un capital (dinero) que nos es tuyo, que debes devolver a quién te lo presta en un plazo pactado, a cambio de un coste en forma de intereses y/o comisiones.

El destino de ese capital puede ser para una inversión que deseas realizar o para un gasto de consumo actual. Ese destino es el que hace que tu deuda sea “Buena” o “Mala”. La deuda Buena es la que destinas a una Inversión que genera valor o ingresos, a corto o largo plazo. Piensa en un préstamo hipotecario para comprar una vivienda (un activo) o un crédito educativo que aumentará tu formación y tu potencial de ingresos.

Sin embargo, la deuda Mala, es la que se utiliza para financiar bienes que se deprecian rápidamente o que simplemente son gastos, consumo. Ejemplos, piensa en la compra de un coche, pagar las vacaciones o los pagos con tarjetas de crédito a altas tasas de interés. Este tipo de endeudamiento te hace menos independiente financieramente, te convierte en “esclavo” de las entidades de financiación.

Antes de endeudarte, pregúntate: ¿Cuál es el objetivo de este dinero? ¿Es para crear un activo o para consumir? ¿Puedo afrontar cómodamente los pagos a los que me comprometo? El pago de un préstamo no debería asfixiarte ni quitarte el sueño. ¿Cuál es el coste que debo pagar (tasa de interés)? ¿Es razonable en relación al beneficio que obtendré?

Endeudarse puede ser una herramienta poderosa para construir riqueza (deuda buena), pero debe evitarse para el consumo no esencial (deuda mala).

¡Sé siempre un deudor inteligente! Busca tu independencia financiera.