Javier Jiménez (Córdoba 1976) es un empresario cordobés con más de 25 años de experiencia en los que ha iniciado proyectos de todo tipo en diferentes sectores. Futurista empedernido y adicto a la búsqueda y desarrollo de oportunidades y alianzas estratégicas tanto en el ámbito nacional como internacional. Un líder creativo y optimista con excelentes habilidades para el desarrollo de productos innovadores y mercados basados en tecnología. Actualmente dirige la empresa Grayhats en la que hace consultoría estratégica y de ciberseguridad.
Crisis de discurso
Tengo la sensación de que la política hace tiempo que no resuelve los problemas de la gente, se ha quedado descolgada y es vista como otro problema a resolver más que como una vía para solucionar problemas. Fundamentalmente pienso que se han quedado sin una buena historia que contar y el rebaño empieza a subirse al cerro, y divagar.
La izquierda
Mientras que el comunismo/socialismo llegó a su cenit en algún punto del primer cuarto del siglo pasado -ya ha llovido- el socialismo, que es como comunismo blandito, ha ido sobreviviendo a base de peligrosas reinvenciones y desnaturalizaciones. Hoy el socialismo en Europa está viviendo uno de los peores tiempos que se le recuerdan, con España, Portugal, Finlandia y Dinamarca casi como únicos valedores en gobierno, si bien a unos niveles de desnaturalización alarmantes como en el caso de Mette Frederiksen en Dinamarca.
El origen de sus males es que el epicentro de su discurso, “el obrero”, ha ido desapareciendo, al menos lo que era un obrero en tiempos de Karl Marx que es cuando se gestó todo su ideario. Como obrero se entiende una persona de poca cualificación que trabaja en fábricas haciendo trabajos manuales y repetitivos. Las fábricas hace tiempo que se automatizaron o se fueron en su mayoría para China donde hay mucho comunismo pero tampoco los veo montando sindicatos. Estos obreros en Europa han ido 1. Siendo reemplazados por profesionales, que son personas que han ido a la universidad y que ahora trabajan en oficinas y 2. transformándose en parados por los motivos anteriormente comentados.
En Europa cada vez quedan menos obreros y los que hay parece que cada vez vota más a la derecha. No, no es porque se hayan vuelto fachas o gilipolllas, es porque sienten que los partidos de derechas los defienden más que los de izquierdas. En EEUU que hacen números y estadísticas de todo, de esto se dieron cuenta hace tiempo, los “blue collar” -trabajadores de mono azul- hace tiempo que votan mayoritariamente republicano que es el equivalente de lo que para un europeo es un partido de extrema derecha. Esta misma tendencia es la que estamos viendo aquí, donde en el país que vio nacer la ilustración y el contrato socila, Francia, el gobierno se lo disputan Macron -derecha- y Le Pen -ultraderecha-. Otros partidos socialdemócratas históricos y de peso como el laborista en UK o el Pasok en Grecia están en pleno colapso y al borde de la desaparición.
La derecha
Si bien los partidos de izquierdas están sufriendo porque su discurso ya no encaja, para mí el discurso de la derecha nunca ha existido mucho mas allá del pragmatismo y la “buena gestión”. Simplemente me parece que su espacio está en llenar los huecos que deje la izquierda -que tiene un discurso de base más poderoso- pagar por sus platos rotos y recoger los pedazos. Son una especie de tecnócratas gestores, no venden nada que evoque un futuro mejor para la mayoría y la gente los vota en plan refugio cuando los otros la cagan. Por este motivo ahora lo están petando pero puede que esto no sea mantenible en el medio plazo.
La buena gestión -cuando la consiguen- es la base de su bondad, pero tengo la sensación de que cada vez se les está poniendo más cuesta arriba debido a todos los derechos adquiridos y la excesiva burocracia de la adolece la Administración Pública. Imposible de manejar a la velocidad con la que los acontecimientos se suceden actualmente. La gente se dará cuenta más pronto que tarde que estos tampoco resuelven.
Ideológicamente se arriman al liberalismo y laissez-faire -dejar hacer- pero de verdad, para que cada uno vaya a su bola, ¿para qué necesitamos un gobierno?
La huida
El problema de dejar un vacío ideológico es que es el caldo de cultivo perfecto para los aspirantes a tirano que sí tengan un discurso bien armado. Las primeras gotas de esta tormenta las veo con la politización y polarización de las personas.
Gracias a la politización, es imposible hablar de algo medianamente trascendente y que el que te escucha no te esté enmarcando como rojo o facha. Hay gente que todo lo examina desde el punto de vista de qué ideología política siguen tus argumentos en vez de atender a los argumentos en sí. Sólo existe el argumento político. Si la luz sube, la culpa es de los políticos, si el paro sube, la culpa es de los políticos, si el paro baja, la culpa es de los políticos, si un barco se hunde, la culpa es de los políticos, si mi hija no aprende en el colegio, la culpa es de los políticos, si hace calor, la culpa es de los politicos.. Para un político, tiene que ser estresante ser un semidios. Claro que influyen pero tampoco son el principio y el fin del universo.
Gracias a la polarización, se está produciendo una huída masiva hacia los extremos, no existen las zonas templadas, o te congelas o te abrasas. Claro, si lo moderado no funciona nos movemos a los extremos que allí seguro que es todo maravilloso. Muy inteligente. Allí están los iglesias y abascales dando por culo y llevándose a todos los descontentos simplemente mediante el discurso del cabreo. Todavía están calentando porque todavía nos queda pan y chorizo en la nevera pero eso, al ritmo que vamos, va a dejar de pasar en no creo más de 15 años y saldrán a jugar de verdad. ¿Crees que Pablo Iglesias ha abandonado la política? Simplemente ha pulsado el botón de reiniciar.
Algo completamente nuevo
Tenemos que plantearnos, y los políticos los primeros, que el mundo ha cambiado lo suficiente en el último siglo y medio como para que sigan funcionando los discursos del siglo XIX. Ya no funcionan. No se puede seguir evolucionando el concepto, hay que jubilarlo e inventarse algo completamente nuevo.
Necesitamos a una o un nuevo Jesucristo, Adam Smith o Karl Max con un discurso completamente nuevo, que lideren una nueva ola de pensamiento adaptada al presente y futuro que nos espera, e inspiren un nuevo camino.
Sobre este blog
Javier Jiménez (Córdoba 1976) es un empresario cordobés con más de 25 años de experiencia en los que ha iniciado proyectos de todo tipo en diferentes sectores. Futurista empedernido y adicto a la búsqueda y desarrollo de oportunidades y alianzas estratégicas tanto en el ámbito nacional como internacional. Un líder creativo y optimista con excelentes habilidades para el desarrollo de productos innovadores y mercados basados en tecnología. Actualmente dirige la empresa Grayhats en la que hace consultoría estratégica y de ciberseguridad.
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