Puteros

¿Sabías que esa chica con la que estuviste aquella noche sólo por dinero vivía en un régimen de esclavitud del siglo XXI? ¿Sabías que si un día tenía la regla y no podía trabajar tenía que pagarle 50 euros al club al que tú entrabas medio en coña medio en serio? ¿Sabías que si algún día decidía salir sin permiso de allí tenía que pagar entre 150 y 200 euros? ¿Sabías que la Policía ha tenido que actuar para liberar a 400 mujeres a las que se explotaba sexualmente de la forma más humillante posible? ¿Sabías que se trata de 400 historias rotas, de ilusiones destrozadas, de desesperación y amargura, de violencia, de malos tratos, de vejaciones, de lágrimas y gritos?

¿Lo sabía tu madre? ¿Lo sabía tu hermana? ¿Lo sabía tu hija? ¿Lo sabía tu novia?

Estoy seguro de que sí, de que lo sabías. De que cada vez que entras a esos lugares sórdidos con los cubatas más caros de la ciudad sabes que detrás de cada propuesta, de cada caricia falsa e impostada se esconde un drama.

Por eso te alegras de que la Policía haya hecho bien su trabajo y esta semana haya cerrado uno de esos puticlubs donde te lo pasabas tan bien con tus colegas. Donde era divertido pasar por encima de mujeres que no estaban contigo por que querían, sino porque le obligaban.