Los trending topics turísticos
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No siempre le prestamos suficiente atención a por qué hablamos de lo que hablamos, damos mucha relevancia a las diferentes posiciones sobre cualquier cuestión, y no tanto a por qué hablamos de eso y no de otra cosa. Hace unos pocos años se puso de moda lo de la agenda setting, que podríamos traducir por establecer la agenda, como el objetivo central de cualquier organización que pretenda influir socialmente. No es tan importante lo que se diga como de lo que se hable, porque el foco ya establece una prioridad y ensombrece otros aspectos de la realidad social, oscurecimiento del que alguien sale beneficiado.
En Córdoba hablamos mucho de turismo, porque hay mucha gente (o poca, pero con capacidad para establecer agenda) que cree que es el futuro de la ciudad. Puede que tengan razón, o al menos parte de ella, pero hoy me interesa de qué se habla cuando se habla de turismo en la ciudad. El trending topic se lo llevarían las pernoctaciones, le seguiría el Palacio de Congresos, la falta de actividades culturales y el aeropuerto. Si uno lee los periódicos de la ciudad, a los agentes sociales vinculados al turismo y a nuestros políticos (estos dos últimos valen normalmente los unos por los otros) éstos serían los cuellos de botella del crecimiento turístico de la ciudad.
Exceltur (una asociación que integra a 25 de los principales grupos turísticos españoles) acaba de hacer un informe de los 20 principales destinos urbanos de España (échenle un vistazo, vale la pena) y Córdoba sale en una discreta decimotercera posición. Delante nuestra están trasatlánticos como Barcelona, Madrid, Sevilla o Málaga, pero también nuestra querida San Sebastián, Gijón, Santiago de Compostela o Salamanca. En lo que mejor estamos es en accesibilidad y movilidad, en oferta de productos de ocio (especialmente los culturales y en particular los eventos musicales) y en gobernanza y gestión estratégica. La pifiamos en una cosa muy rara que denominan “condicionantes competitivos de entorno urbano” en los que dicen que solo hay dos ciudades peores que nosotros en “atractivo de los espacios públicos” y sólo cinco en “calidad del aire”; y en la categoría “desempeño, resultados económicos y sociales”, siendo más bien flojitos en indicadores como estancia media, estacionalidad y (vaya, vaya) contribución social. Si vamos a los detalles (que dicen que Dios está en ellos), tenemos buena oferta cultural y accesibilidad y somos de los peorcitos en la cualificación de la oferta de alojamiento y restauración.
Todo esto lo publicaron los medios locales hace unos pocos días cuando andábamos de patios, cruces o lo que fuera y la verdad no he visto que se hablara del asunto. Y sería interesante porque si resulta que las instituciones lo hacen razonablemente bien (con excepciones) y los comerciantes, hoteleros y restauradores no tanto, pues estamos equivocando la conversación. Creo que aprenderíamos mucho de nosotros mismos si habláramos de eso, y sobre todo si analizáramos por qué no lo hemos hecho antes. Un trabalenguas, pero seguro que usted me entiende.
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