Una bonita historia de pelotas.
No exagero, ni busco el chiste fácil. Es que es algo muy agradable de contar, y va de eso, de futbol, de pelotas.
Hace poco tuvo la suerte de saborear la película de Fesser, “Campeones”, y experimenté, como casi todos, la inyección de mensaje positivo que supone la cinta. En mi caso, con mis seis años inmerso en ese extraño mundo de la discapacidad –los seis que tiene mi hija-, el impacto de lo que ahí se contaba fue doblemente potente.
El que haya visto la película, ya me sigue. ¿Y si os digo que tenemos otros campeones muy cerquita nuestra? Yo era consciente de la cantidad de asociaciones que cuentan con programas de deporte adaptado para sus asociados y es, sencillamente, impresionante lo que allí se ve. pero esto llama algo más la atención. No sé si conocéis la existencia de un equipo Córdoba CF en la Liga Genuine. Son auténticos, desde las pestañas hasta la puntera de sus botas.
En serio, si quieres seguir a un equipo que nunca te va a defraudar, éste es el tuyo. Siempre ganan y siempre ofrecen espectáculo a sus incondicionales.
Si alguna vez habéis tenido la suerte de escuchar al cantaor Manolo Santacruz, habéis de saber que también le pega, de tacón, a eso del fútbol. Ya me gustaría a mí saber de cualquier “estrellita” de primera que esté repleto del arte que rebosa este chico. Bueno, quizás un Joaquín o un Pepe Reina son capaces de aportar un plus de genialidad a lo que hacen, por cómo lo hacen. Pero Manolo Santacruz, es mucho Manolo.
José Antonio Carmona, el capitán, y brazo derecho un dinosaurio deportivo, nada menos que Pepe Carmona, alguien con mucho peso y marca personal en el fútbol base. O Carlos Ruiz, que entre partido y partido te lo puedes encontrar en Decathlon, donde da el callo como el que más. O Jesús Maya, una autoridad en la Liga Interfútbol. Todos comandados, junto al resto del equipo por Manuel Aguilar y Carlos Losada.
En fin, no te imaginas la ilusión por metro cuadrado que despliegan estos chicos cuando salen al campo. Lo vienen demostrando fervientemente con su actuación en esa Liga Genuine, de ámbito nacional, donde los ojos se ponen más en las caras de los jugadores que en el propio marcador. Como debe de ser.
Me cuentan que, en su primer partido, lo primero que hicieron los jugadores Al salir al campo fue, olvidándose de cualquier táctica ensayada, enzarzarse en un fuego a discreción de abrazos con los miembros del otro equipo. Geniales, genuinos, únicos.
Todo se enmarca en el día a día de la Fundación Córdoba CF, con la recién llegada Isabel Madueño al frente. Se detecta una decidida intención de aportar, lo mucho o poco que puedan, a la batalla por la integración social desde el mundo deportivo. Y se afronta con ese ánimo de normalizar las cosas que tanto gusta y que tan bien funciona. Mismas instalaciones que el resto de chicos, mismas rutinas, misma dedicación, como cualquier otro equipo más de la casa, sintiendo los colores desde pequeños, cada uno a su manera.
Por lo visto, se habla de ganar protagonismo en la competición Genuine siendo sede para el próximo enero. Ya tenemos ganas de verlo. No por nada, si no porque nos parece una apuesta clara por los valores más clásicos del deporte: esfuerzo, disciplina, superación, trabajo en equipo… y diversión. ¿Se puede pedir más?
¿Historia? La que están escribiendo ellos...
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