Se acerca el invierno
Acabamos y empezamos el año con uno de los registros de temperatura más bajos que se recuerdan para un año nuevo. Desde entonces, el frío mañanero ha sido tónica dominante, que junto a los cielos rasos y algunas nieblas que cubrían el valle, dejaron uno de los inicios de año más puramente invernal y dickensiano que los cronistas del tiempo cordobés hayan podido vivir. La razón para tal tiempo radica en una estabilidad atmosférica que de no ser por las heladas matinales hubiera caído en tedio para los que disfrutamos y gozamos con la cosa esa del mal tiempo.
Afortunadamente, tal y como aventurase ayer Alfonso Alba, el tedio está en fase terminal. Mediamos enero y eso por axioma estadístico significa frío, lluvia y nieve según tercie. Hasta la fecha no habíamos tenido irrupciones frías con nevadas en cotas medias de la Península y eso, según apuntan los modelos meteorológicos, estaría al fin por llegar. Si hasta la fecha hemos tenido un mapa en el Atlántico Norte dominado por las altas presiones, con un azoriano tumbado hacia el occidente europeo haciendo las veces de muro anticiclónico, lo que lleva dibujándose desde hace unos días es que las entradas húmedas desde el Caribe, enfilen el corredor que el Jet ha querido abrir hasta nuestros dominios, lo que podría acabar derivando en dos situaciones consecutivas.
La primera, que al fin nos llegue algo de luvia, que falta ya hacía, y venga a aliviar un poco el secarral en que se ha convertido el lecho del Guadalquivir. Esto, parece ya bastante confirmado, ocurrirá en la madrugada del próximo viernes, en que tendremos una de esas noches en que el arrullo de la lluvia tenga a bien acompañar nuestro sueño. La segunda, derivada de la primera, será que de una vez por todas, alguna de las masas que pasan hasta el Mediterráneo con cierta entidad, sirva de atractora de las masas polares, que aunque no demasiado intensas, se han cocido por el interior y el norte continental, y traiga hasta nuestros dominios lo que viene siendo un desalojo frío de los que llenan minutos en los informativos del mediodía.
Dicho de otro modo, acompañando al paso del frente del próximo viernes, notaremos un acusado descenso de las temperaturas, que incluso en la misma jornada del viernes, podría dejar nevadas en puntos altos en aquellos lugares donde queden resquicios del frente. Más allá, lo que muestran los modelos, es una marcada tendencia hacia un ambiente puramente invernal, que aunque aún está por definir, parece que podría dejar las primeras escenas típicamente invernales en cotas medias del interior peninsular a lo largo de la jornada del domingo, jornada en la que una nueva baja podría hacerse fuerte en el golfo de Cádiz, dejando cuanto menos, una nueva regada por buena parte del suroeste peninsular.
Más allá, y la definición de lo que pueda venir, quedará para las ilusiones de los trastornados de la meteo, en las que quien sabe si la consecuencia de tener la iso 0 a 850 hPa rondándonos durante más de una semana acabe por dejarnos curiosos desplomes más abajo de Despeñaperros.
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