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La soledad de un cineasta libre

Redacción Cordópolis

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Tal vez la manera más precisa, luminosa, abierta al descubrimiento y coherente con su verdadera naturaleza sea la de contemplar el cine español como un archipiélago. Es también la forma que mejor revela esa soledad y ese aislamiento que caracteriza no pocas carreras construidas desde el desafío, la obstinación y la rebelión contra cierto estado de cosas patrio. Probablemente, una de las características más emocionantes de muchos de los más singulares cineastas españoles sea la soterrada tensión entre pertenencia y exclusión, el callado conflicto que se generó entre sus raíces culturales y el sentimiento de asfixia que les provocaba pertenecer a un país que durante la mayor parte del siglo XX fue, a la fuerza y no sólo políticamente, tan ofensivamente conservador, monolítico y cerrado.

El sello Intermedio es quien con mayor acierto está consiguiendo captar (en lo cual, la presencia de Manuel Asín, como director editorial, intuimos que está teniendo mucho que ver) esa condición de lusty men, en su propio país, que caracterizó a no pocos de nuestros mejores cineastas. No hace muchos meses, dábamos cuenta, en estas mismas páginas, del lanzamiento de su impecable cofre dedicado a Pere Portabella y, mientras contamos los días para que salga el ofrecido a Adolpho Arrieta, hacemos hoy lo propio con una edición ejemplar, el pack que, como el de Portabella, recoge la obra íntegra de Paulino Viota.

¿Cómo definir a un cineasta como Paulino Viota? ¿Cómo presentar a un director reiteradamente 'suspendido' por la oficialidad ante una audiencia acostumbrada a medir a un autor por el consenso fácil y la rentabilidad económica que éste genera? Se podría intentar la vía rápida diciendo que Viota, autor de tan sólo tres largometrajes y un puñado de cortos, logró dejar su sello en tres décadas distintas de nuestro cine por medio de unas obras que, aunque muy diferentes entre sí y profundamente personales, conectaban con las principales corrientes que impulsaban el cine europeo en cada una de esas décadas. Así, Contactos, estrenada en 1970, influenciada por la vanguardia relacionada con la simplicidad, la reducción de los efectos expresivos y el despojamiento retórico, con la búsqueda de formas simples y con la no representación, recoge el rigor conceptual y el formalismo duro de cierto cine europeo de los años 60; Con uñas y dientes (1977-78) conecta con Brecht y el marxismo, cine de discurso, militante si se quiere, que explicita su vocación didáctica de concienciación política a partir de una puesta en escena ejemplarmente sobria; por el contrario, Cuerpo a cuerpo (1982), película de actores, de personajes, de cuerpos, juega a ir más allá, introduciendo el elemento tiempo (no como un truco de maquillaje sino como verdadero registro documental, fotográfico), lo que da pie a una reflexión sobre el cambio y la pérdida de la juventud al aprovechar un material anterior del propio Viota que mostraba a algunos de sus actores catorce años antes, confrontándolos, ante la mirada del espectador, con sus yo de 1982.

La otra vía para presentar a Viota -la complicada- nos invita a hacer una parada obligada en Contactos, que viene a reunir todas las características del llamado cine independiente de ficción que se rodó en España entre 1969 y 1975, esto es: rodaje clandestino y sin permiso gubernamental (lo que inevitablemente significaba ausencia de cualquier tipo de subvención), 16 mm -posteriormente hinchado a 35- y blanco y negro, condiciones artesanales de producción (el capital inicial, que posteriormente aumentaría en 150.000, fue de 25.000 pesetas aportadas por la madre del director), y exhibición en circuitos paralelos y pequeños festivales con verdadera vocación de difusión y ruptura, entre ellos, la 2ª Semana Internacional  de Cine de Autor de Benalmádena, que durante tantos años fue llevada ejemplarmente por Julio Diamante.

Contactos podría definirse como una película política 'vaciada' de contenido político hasta dejarla despojada de todo aquello que no sea pura forma, pero también podría presentarse como una película en la que su único tema explícito (la opresión de la clase obrera por el régimen franquista) se encuentra imbricado con la radicalidad de sus formas cinematográficas, alumbrando un filme marxista.

Escrita entre Javier Vega, Paulino Viota y Santos Zuzunegui desde tres ciudades distintas y sin reunirse entre ellos; 15 días de rodaje con una Paillard-Bolex de 16 mm alquilada; 33 planos-secuencia de muy diversa duración que van de breves segundos a diez minutos, los más largos; emplazamientos de cámara generalmente fijos, colocándose ésta siempre en el mismo lugar en cada uno de los cuatro escenarios de rodaje -pensión, esquina de la calle, piso del amigo de la protagonista y restaurante-, con la excepción de la pensión, donde hay dos emplazamientos para cada una de las habitaciones de los protagonistas; movimientos de cámara limitados a ocasionales tomas laterales en panorámica o travelling que siguen a los personajes (realizados desde el exterior en el caso de la pensión, a través de los patios del edificio, comunicando así las dos habitaciones con el pasillo y la sala), sin que ello sea un obstáculo para que la cámara permanezca normalmente fija, renunciando a seguir a los personajes que salen de cuadro y obligándose así a filmar espacios vacíos.

Este interés de Viota por el vacío le llega a través de las esculturas de Eduardo Chillida, del libro de Jorge Oteiza Quosque Tandem...!, de la pintura de Mondrian, de algunos artículos de Noël Burch en Cahiers du Cinéma, o de los Ensayos críticos estructuralistas de Roland Barthes. Por su parte, su mayor influencia cinematográfica procede de cuatro títulos emitidos por TVE poco antes del inicio del proceso de creación. Se trataría de tres obras de Yasujiro Ozu (Tokyo Boshoku, 1957; Sanma no Aji, 1962; y probablemente, Viota no la recuerda con exactitud, Higanbana, 1958) y la cinta más difundida de Jean-Marie Straub & Danièle Huillet, Chronik der Anna Magdalena Bach (1968). Los célebres pillow-shots de Ozu, en la película de Viota aparecen, a diferencia de los del maestro, integrados en la continuidad del plano-secuencia, invocando el filme de Straub & Huillet, que con sus largos planos-secuencia y su renuncia a la fragmentación había impactado a Viota y Zunzunegui. Como bien apunta Jaime Pena en Antología Crítica del Cine Español (1906-1995): “determinados planos pueden iniciarse o concluir con pillow-shots, pero lo más habitual es que éstos afloren en el transcurso de un plano, previa salida de campo de los actores, bien porque entran en una habitación donde la cámara fija no puede seguirlos, bien porque ésta prefiere desplazarse hacia un espacio vacío y desinteresarse por la actividad de los personajes (...). La reiteración de este tipo de planos, esta acumulación de tiempos muertos, unida a la ausencia -o a su enterramiento- de una trama dramática convencional, hacen que sea el tiempo, la duración del plano, el verdadero acontecimiento profílmico”. El propio Viota afirmaba que su película es Chronik der Anna Magdalena Bach pero sin Bach, sustituyendo la música por el ambiente represivo y el secuestro de libertades orquestados por el franquismo.

Aunque sea Contactos el morceau de bravoure del cofre, todos los títulos incluidos (hasta los extras, que dan buena cuenta de la vertiente teórica y analista de Viota, también profesor de cine) gozan de un enorme interés, habida cuenta de que ésta es la primera ocasión en la que se pone a la venta una integral que aglutine toda la obra del santanderino. El sello Intermedio, con el apoyo de varias instituciones (desde el Ministerio de Cultura al Museo Reína Sofía, pasando por el Zinebi), ha podido remasterizar prácticamente todos los cortos y dos de los tres largos, incluyendo una soberbia copia de Contactos, restaurada por la Filmoteca Española y MNCARS. Conscientes, como en el anterior caso Portabella, del creciente interés que este cine español goza entre la cinefilia internacional más exquisita y exigente, Intermedio ha decidido incluir subtítulos opcionales en francés o inglés para todos los títulos y ha editado el documentado libreto que acompaña al pack en castellano e inglés.

Intermedio

Cofre PAULINO VIOTA · Obras

Paulino VIOTA

Duración: 116 min + 70 min + 110 min + 82 min + extras

Idiomas: Castellano

Subtítulos:  Inglés / Francés

DVD: 4 DVD + librito 64 páginas

Zona: 2

Imagen:

Pantalla: 4:3 / 16:9

Sonido: Mono 2.0 / Dolby Digital (AC3)

Contenido:

DVD 1

Las ferias · 1966. España. Super 8 mm. Color. 26 min. [Nuevo telecine]

José Luis · 1966. España. Super 8 mm. Color. 30 min. [Nuevo telecine]

Tiempo de busca · 1967. España. Super 8 mm. Color. 33 min. [Nuevo telecine]

Fin de un invierno · 1968. España. 16 mm. b/n. 27 min. [Nuevo telecine]

DVD 2

Contactos · 1970. España. 16 mm. ampliado a 35 mm. b/n. 70 min. [Versión restaurada por Filmoteca Española y MNCARS]

Duración · 1970. España. 16 mm. b/n

Extras:

Presentación de Paulino Viota en Filmoteca Española (15 min.)

Paulino Viota y Santos Zunzunegui ante el público (60 min.)

Ozu y Contactos. Simetrías (María Asenjo, 2013)

DVD 3

Jaula de todos · 1974. España. 16 mm. Color. 14 min.

Con uñas y dientes · 1977-78. España. 35 mm. Color. 96 min.

Extras:

Presentación de Con uñas y dientes por Javier Vega (5 min.)

Conversación con Javier Vega (15 min.)

DVD 4

Cuerpo a cuerpo · 1982. España. 35 mm. Color. 82 min. [Nuevo telecine HD]

Extras:

Conversación con Guadalupe G. Güemes

Presentación de Río Grande por Paulino Viota

PVP: 39,95 Euros

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