Juan Velasco es periodista y promotor cultural. Desde hace un tiempo coordina el área de Cultura de Cordópolis. Antes de eso, ha sido durante una década colaborador de la Agencia EFE en Córdoba y en Guadalajara y también ha estampado su firma en prensa especializada como Enlace Funk o Vicious Magazine. Como disc jockey, bajo el alias Juani Cash, dirige desde 2015 la promotora Jukebox Jam! y ha sido dj residente y programador en Sonora Beach (Estepona) y Gran Baba (Cádiz). También ha impulsado en Córdoba el Festival de teatro InstanTeatro (2018) y ha trabajado en la programación y la producción del Festival RíoMundi en 2018 y 2019.
El vertedero

No uno, sino dos periódicos, han publicado, en las últimas horas, sendas entrevistas con la mujer cordobesa investigada -junto a su pareja- por intentar comprar una bebé por 2.000 euros a su madre biológica. El caso lo comunicó la Policía Nacional, que ha imputado cuatro delitos tanto a la progenitora de la niña, como a la pareja que quiso hacerse con ella previo pago de un par de miles de euros.
Estos últimos han considerado, probablemente guiados por su abogado, que, al tiempo que el caso llega a los tribunales, conviene conceder una entrevista para defender su inocencia. Este periodista no tiene absolutamente nada que objetar con que se le ponga el micrófono a personas encausadas, incluso condenadas, sea cual sea el delito, a condición de que impere la capacidad para discernir lo que es un trabajo de relaciones públicas de un relato medianamente sostenible.
El problema que tengo es que, además de periodista, soy padre adoptivo. Y, como tal, conozco bien el exigente sistema público que, en este país, permite que menores en estado de vulnerabilidad encuentren un hogar. Lo conozco porque, antes de vivirlo, ya lo había investigado y retratado como periodista. Y confieso que una cosa es contarlo y otra es vivirlo.
Por eso mismo, porque soy periodista 8 horas al día y padre adoptivo 24, no puedo dejar pasar el hecho de que las dos entrevistas cometen el enorme error de vender la presunta bondad que hay detrás de un disparate tan colosal como es el de querer arreglarle la vida a un niño pagando 2.000 euros por quitárselo a su madre y llevártelo a tu casa.
Lo más curioso es que las dos entrevistas hablan del vertedero como un lugar del que había que sacar a la menor. Está ahí, en el titular mismo. La imagen es lo suficientemente potente como para haber convencido a algunos cuantos lectores, más allá del círculo de amigos de la pareja investigada, donde habrá, a buen seguro, quienes les hayan aplaudido por haber emprendido una empresa tan bondadosa.
Estoy seguro de ello porque, quienes hemos pasado por el sistema de adopción, nos pasamos parte del tiempo desterrando mitos. El primero, que existe el derecho a ser padre. El segundo, que hay niños esperando a que los salves.
La realidad es muy distinta: no existe tal derecho, aunque tengas todos los ceros en la cuenta del banco. Y no: la parentalidad como salvación es un ideal que solo conduce a la frustración. El mundo está lleno de niños felices criados en ambientes tremendamente humildes y de niños desdichados nacidos en entornos ultra-privilegiados.
Así que me gustaría decirle a esa niña que, si el día de mañana -cuando tenga acceso a conocer su historia- le da por mirar en la hemeroteca buscando lo que se publicó sobre ella, no todos los periodistas caímos en la trampa del vertedero.
Me gustaría que, si me lee dentro de 16 años, sepa que un vertedero puede ser un lugar mucho más honesto en el que vivir que un hogar construido sobre una enorme mentira, varios delitos, un derecho mal entendido y un ideal dulcificado pero perverso.
Y, ya que estamos, si me lees dentro de 16 años: ojalá que hayas encontrado un hogar en el que ser feliz a ratos, como el resto de los mortales.
Sobre este blog
Juan Velasco es periodista y promotor cultural. Desde hace un tiempo coordina el área de Cultura de Cordópolis. Antes de eso, ha sido durante una década colaborador de la Agencia EFE en Córdoba y en Guadalajara y también ha estampado su firma en prensa especializada como Enlace Funk o Vicious Magazine. Como disc jockey, bajo el alias Juani Cash, dirige desde 2015 la promotora Jukebox Jam! y ha sido dj residente y programador en Sonora Beach (Estepona) y Gran Baba (Cádiz). También ha impulsado en Córdoba el Festival de teatro InstanTeatro (2018) y ha trabajado en la programación y la producción del Festival RíoMundi en 2018 y 2019.
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