Sergio Gracia Montes es graduado en Derecho por la Universidad de Córdoba. En 2018 impulsa desde Córdoba el Centro de Investigación de la Extrema Derecha (Cinved), con el que analiza y estudia los movimientos populistas y extremistas en España y a nivel internacional. Gracia cuenta con amplia formación en materia religiosa, política y de derechos humanos, e interviene en medios nacionales (Cuatro, La Sexta, Huffington Post, El Independiente, El Confidencial o El Temps) como experto en fanatismos y movimientos de ultraderecha.
Sieg Heil y los nietos del fascismo español
Si hay una forma de transmitir ideología de forma discreta, poco llamativa y sibilina, esa es mediante la uniformidad o la música y proclamas, y el fascismo español tiene en su poder herramientas que hacen que esta pueda llegar a nuevos adeptos. La primera puede ser más llamativa, pero la segunda se cuela sin apenas esfuerzo, teniendo un papel fundamental en los tiempos que corren las redes sociales.
La lista de acrónimos, símbolos y logos, saludos, códigos de números y letras, así como simbología pictográfica vinculada a la extrema derecha y el nazismo, es larga y densa para analizarla en esta columna. Hoy realizaremos una somera aproximación a la proclama “Sieg Heil” y su reaparición en la sociedad.
“Sieg Heil” es la proclama neonazi atribuida al ministro de propaganda del Tercer Reich, Joseph Goebbles, que hoy vuelve a retumbar en las calles de España semana si y semana también. Sirviendo esta, principalmente, como elemento de divulgación de la cultura del odio.
Tampoco entraremos hoy en la cantidad de delitos cometidos al grito de “Sieg Heil” porque la lista sería interminable, por mucho que una jueza no viera delito de odio en la agresión a un joven al grito de esta proclama tras una manifestación en Valencia en 2021.
El “Sieg Heil” estaba entre los saludos que había en la Alemania nazi junto con el llamado “Juramento nazi de tres dedos” y el “¡Heil Hitler!”. Todos ellos utilizados para rendir pleitesía a ídolos o símbolos, además de reivindicar culto al Führer. En España el Sieg Heil podría compararse al Arriba España, ya que ambos iban acompañados del saludo nazi con el brazo en alto.
Pero quienes hoy cantan esto, no son los mismos que lo cantaban en el 1985 cuando los skinheads aparecieron en España, estos son sus hijos, son los nietos del fascismo español, para quienes esta proclama significa más una provocación o incluso, una prueba de resistencia.
Estamos ante un lenguaje político extremista, que es utilizado, entre otros motivos, para su identificación del resto de la sociedad y de paso, infundir miedo y temor.
Mientras los representantes institucionales y las fuerzas y cuerpos de seguridad miran para otro lado, en Alemania, por ejemplo, la Inteligencia alemana clasifica a las juventudes de AfD como grupo extremista, además de vigilar al propio partido. No podemos olvidar que Abascal se reunió con la exlíder de este partido, Frauke Petry, en Coblenza (Alemania). Luego vamos dando lecciones éticas y morales por la vida.
La diferencia es que mientras en Alemania se ha condenado y se condena el nazismo e intentan desprenderse de su pasado nacionalsocialista y no ven con buenos ojos los gestos y símbolos vinculados a esa etapa, aquí en España se protege a quienes enaltecen la Dictadura genocida de Franco. Es lo que tiene realizar una transición edulcorada donde todo cambió para que nada cambiara. Mientras en Alemania hacer saludos nazis puede salir muy caro, en España se les da palmaditas en la espalda y vaselina como así pudimos ver recientemente en la exhumación de Primo de Rivera.
Pero es que este cántico lo mismo lo hemos escuchado en las mediaciones de un campo de futbol que en un acto del Colegio Mayor Elías Ahuja. Hasta tal punto llegó su repercusión, que la embajadora alemana en Madrid, Maria Margarete Gosse, emitió un mensaje condenando las acciones de odio contra las mujeres y enaltecimiento del fascismo. Cualquier momento y hora del día es bueno para sacarlo a relucir.
Últimamente, rara es la manifestación o concentración de carácter político donde no sale a relucir la proclama, además por supuesto, de los eventos deportivos, convertidos desde los años 80 en campos de batalla con la excusa de animar a sus equipos. Tales proclamas, son lanzadas por quienes se creen superiores racialmente.
En 2021 durante la Eurocopa celebrada en Sevilla, ultras de diferentes clubs españoles lanzaron esta proclama en las vísperas del España -Polonia. Recientemente, se oyeron en la final de la copa del Rey por parte de miembros vinculados a Ultra Sur, pero también, en la reciente manifestación de Desokupa en Barcelona donde había un miembro del partido ultraderechista de Vox o en la manifestación de Chueca de 2021. Sirvan estos actos a modo de ejemplo, aunque no son los únicos.
Pero es que no debiera extrañarnos el derecho de pernada que tienen estos individuos y los partidos que le dan cobijo, donde algunos de sus líderes, como es el caso de José Luis Roberto, que fue imputado por la Audiencia de Valencia por delito de odio, incluso reciben condecoraciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Siendo esta situación un filón político para otros partidos políticos, medios de comunicación y adeptos.
Estos individuos son los mismos que suelen decir “no somos nazis, somos españoles”. Pues para no ser nazis, utilizan discursos de nazis, doctrina de nazis, proclamas de nazis y simbología de nazis. No serán nazis, pero se parecen mucho.
Estamos en un país donde se ve normal que un 25% de la juventud se identifique abiertamente xenófoba y/o racista. Esto es consecuencia de ese filón político que comentábamos anteriormente, cargado de discursos populistas que aportan soluciones simplistas a problemas complejos.
En 2021 el Supremo condenó a un año de cárcel a líderes de una banda de rock nazi por delitos de odio y en 2022, 3 neonazis admitieron una paliza al grito de Sieg Heil. Siendo esto dos gotas de agua en el desierto.
En 2019, el Parlamento Europeo condenó los crímenes del nazismo e instó a los Estados miembros a “que garanticen el cumplimiento de las disposiciones de la Decisión Marco del Consejo, con el fin de hacer frente a las organizaciones que difunden discursos de incitación al odio y a la violencia en los espacios públicos y en línea, y que prohíban efectivamente los grupos neofascistas y neonazis y cualquier otra fundación o asociación que exalte y glorifique el nazismo y el fascismo o cualquier otra forma de totalitarismo, dentro del respeto del ordenamiento jurídico y la jurisdicción Nacionales”, pero esto parece que no llegó a España.
No se puede decir que se combate el discurso y los delitos de odio, cuando eres incapaz de aplicarles la Ley por miedo.
Es muy fácil CÚMPLASE LA LEY.
Sobre este blog
Sergio Gracia Montes es graduado en Derecho por la Universidad de Córdoba. En 2018 impulsa desde Córdoba el Centro de Investigación de la Extrema Derecha (Cinved), con el que analiza y estudia los movimientos populistas y extremistas en España y a nivel internacional. Gracia cuenta con amplia formación en materia religiosa, política y de derechos humanos, e interviene en medios nacionales (Cuatro, La Sexta, Huffington Post, El Independiente, El Confidencial o El Temps) como experto en fanatismos y movimientos de ultraderecha.
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