¿Trabajas en una Empresa Feliz?
Sí en serio, no es broma. No es una entelequia. Circulan varios vídeos por Internet en la que aparecen personas trabajando aparentemente felices. Inquietante ¿verdad?. Bromas aparte, seguro que muchos de los que estén leyendo estas líneas habrán pensado incluso todo lo contrario: Trabajan en una empresa infeliz y la cuestión a plantear sería ¿es infeliz per se y por ese motivo “contamina” a sus integrantes? ¿o por el contrario empleados infelices generan empresas infelices?. El debate está servido aunque creo que la influencia es recíproca.
Defino lo que entiendo por empresa feliz: Organización que apuesta por la proliferación de empleados felices, donde éstos sienten que crecen personal y profesionalmente además de que obtienen una retribución acorde a su desempeño y nivel de responsabilidad. Personalmente añadiría que la empresa feliz concilia las visiones individuales de cada integrante en una única visión global, Visión Compartida, que se convierte en el motor de la Organización. Y lo hace porque ese escenario futuro donde se quiere ver la empresa está en la mente de los trabajadores pero también en sus corazones. La emoción proporciona un refuerzo a la razón, e indirectamente esta Visión compartida fomenta la solidaridad, el esfuerzo colectivo y el trabajo en equipo. La Visión Compartida no anula las visiones individuales simplemente las integra.
Claro, lo anterior , especialmente si es leído por empresarios de toda la vida, imaginarán algo parecido a Disneylandia, Isla Mágica o en un huevo Kinder. Lo que pueden estar pensando es que “la situación está muy jodida”, “que los trabajadores no se implican como ellos”, “que los trabajadores no son conscientes de la dificultad de la situación” ó “que esperaba mucho más de ellos”. El proceso que se genera de este tipo de pensamientos, empieza por una emoción desadaptada (frustración, ira, tristeza), que llevan aparejadas conductas alineadas con las mismas (malos modos, amenazas, ausencia de planificación, comunicación perversa,etc) de las que se obtienen un resultado evidente: empleados infelices. Esos empleados infelices se comportan acorde a esa emoción que sienten y el resultado es… bajada de ventas, pérdidas, aumento bajas laborales, desapego hacia la empresa….En coaching hablamos del concepto de Profecía Autocumplida, referido al poder que juegan las creencias en la determinación del resultado final obtenido. Si crees que no conseguirás algo, no te quepa la menor duda, que tus acciones (o falta de ellas) conscientes e inconscientes se instrumentarán para que finalmente tengas razón con lo que originariamente pensabas.
Creo que ser feliz trabajando está penalizado. El pasártelo bien haciendo lo que haces, en determinadas organizaciones, está mal visto, primero por los que tienes alrededor tuyo que no siguen esta regla, y piensan en el trabajo como una tortura irremediable y se posicionan en contra tuya por su frustración. A veces también, puede interpretarse como falta de profesionalidad (“te estás riendo en tu puesto de trabajo”). No estar serio en tu trabajo no implica que no te lo tomes en serio ;-).
En todos los puestos que he tenido a lo largo de mi vida (desde jugador de baloncesto a empleado de banca), me autoimpuse y autoexigí, disfrutar con lo que hacía independientemente de que quisiera hacerlo, y esa filosofía trasladarla a todo mi equipo. Querer lo que haces es independiente de hacer lo que quieres. Hasta el momento no me ha ido mal.
Mi máximo reconocimiento a los empresarios, personas hechas de otra pasta, que son capaces de asumir riesgos, apostar su patrimonio personal, persiguiendo una idea, un sueño. Gracias a ellos el mundo avanza. ¿Que pasaría si consiguieran comprometer en el mismo a todos los integrantes de la Organización? ¿Qué pasaría si antes de comenzar a trabajar para conseguirlo se buscara una Alianza, una Visión compartida, a través de la participación, la confianza y la responsabilidad? Puede que haya llegado el momento de dejar de hacer cábalas y comenzar a hacer cosas. BE TIM.
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