Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Lee ya las noticias de mañana
Sobre este blog

Padre imperfecto, primo hermano de Orlando, feminista en construcción, jurista nómada, cinéfilo “aguafiestas”, además de egabrense y catedrático de la UCO. Llevo años estudiando desde el punto de vista jurídico, pero no solo, los problemas y los dilemas de la igualdad. He publicado libros como El hombre que no deberíamos ser, Autorretrato de un macho disidente o John Wayne que estás en los cielos. Empeñado en mirar con lentes feministas, a lo Siri Hustvedt, la realidad y su reflejo en las pantallas, me quedé tocado cuando vi Thelma y Louise en el Cine Isabel la Católica.

Todavía hoy, mientras releo a Virginia Woolf, sueño con escribir un final distinto para la historia. Mientras llega ese happy end, no dejo de ver películas en las que busco las respuestas que no me ofrecen ni el Derecho ni Boyero. Imaginando un mundo con menos palomitas y más conversación.

'Muy lejos': el hombre reconciliado

Octavio Salazar

1

Sobre este blog

Padre imperfecto, primo hermano de Orlando, feminista en construcción, jurista nómada, cinéfilo “aguafiestas”, además de egabrense y catedrático de la UCO. Llevo años estudiando desde el punto de vista jurídico, pero no solo, los problemas y los dilemas de la igualdad. He publicado libros como El hombre que no deberíamos ser, Autorretrato de un macho disidente o John Wayne que estás en los cielos. Empeñado en mirar con lentes feministas, a lo Siri Hustvedt, la realidad y su reflejo en las pantallas, me quedé tocado cuando vi Thelma y Louise en el Cine Isabel la Católica.

Todavía hoy, mientras releo a Virginia Woolf, sueño con escribir un final distinto para la historia. Mientras llega ese happy end, no dejo de ver películas en las que busco las respuestas que no me ofrecen ni el Derecho ni Boyero. Imaginando un mundo con menos palomitas y más conversación.

La masculinidad es como una camisa de fuerzas. Una jaula, un corsé, una fantasía. Si los hombres fuéramos conscientes de lo mucho que nos limita y nos jode, hace siglo que habríamos iniciado una revolución personal –y política- que nos llevaría a desobedecer las expectativas de género de forma militante. Abrazando al fin todas las posibilidades de lo humano que nos hemos negado en nombre del mandato de omnipotencia que hace que nos creamos dioses y héroes, en fin, los putos amos.

El primer largometraje de Gerard Oms, que como él mismo ha dicho parte de un viaje vivido y sufrido por él mismo, pone el foco justamente en un varón al que acompañamos en proceso lento y árido de desobediencia. Un tipo al que vemos reproducir fielmente los mandatos viriles – y nada mejor que el fútbol como ecosistema para mostrarlos en todo su esplendor – y que, lejos de su lugar de origen, de su Barcelona de fratrías y familia, en una Holanda sin sol ni esperanzas,  decide romper o, como mínimo, abrir un paréntesis en una vida que sabe que  no es la suya. Todo ello en un contexto de crisis económica – la historia se desarrolla en 2008 – que nos permite comprobar cómo las brechas de desigualdad, y, por tanto, también las humillaciones y las violencias, multiplican sus efectos cuando interseccionan en los cuerpos más vulnerables.

En este sentido, Muy lejos es también una película sobre las migraciones, sobre la cínica Europa de los derechos y sobre ese vacío de dignidad en que viven tantos sujetos que el sistema expulsa a los márgenes. Oms nos cuenta esta realidad con la potencia del bisturí del mejor cine social – Loach, los Dardenne – y consigue, sin excesos melodramáticos, que nos duelan el hambre, la soledad y los miedos de que quienes no disfrutan del estatus de ciudadanía. Jodida democracia.