Peloteo

 

"La herencia recibida pone en riesgo la Gerencia de Urbanismo

(José Antonio Nieto. Alcalde de Córdoba)

Cuando un responsable público está en apuros y no le salen las cuentas saca la muleta de la herencia recibida y torea al personal con un pase de pecho. El respetable se queda mirando fijamente al trapo y se olvida del señor que ha salido al ruedo a dirigir el destino de sus conciudadanos. El truco no es ninguna novedad. Es más: es una de las argucias políticas más viejas que se conocen. De tal forma que los éxitos se los anota el susodicho en su haber y los fracasos se los traspasa a la herencia recibida.

La frase que recogemos aquí del señor alcalde no es de ayer, ni de anteayer, pero sí de hace unas cuantas semanas, y evidencia que el de la Gerencia de Urbanismo es un hueso duro de roer. Tan duro que los señores que prometieron hace dos años poner en orden la cosa municipal no saben qué diablos hacer con este departamento. Admitamos que en el desbarajuste de la Gerencia de Urbanismo han colaborado activamente los partidos que hoy se sientan en la bancada de la oposición, pero también los que se acomodan en la del Gobierno local, con la salvedad de que estos últimos son los que gobiernan (y valga la perogrullada).

El vocablo herencia recibida lo mismo sirve para un roto que para un descosido. Analicen pormenorizadamente la expresión utilizada por el regidor y observarán con asombro cómo el señor Nieto se lava las manos en un asunto de su estricta competencia. La frase le permite posicionarse como mero espectador de un acontecimiento que cualquiera diría que no va con él. Oiga, parece querer decir, pregúntenle ustedes a la herencia recibida. A mí qué me cuentan.

Entonces, si usted le pide explicaciones a la herencia recibida, lo más probable es que la herencia recibida le mande al departamento de Alcaldía y así se tirará usted un día tras otro detrás del dichoso peloteo en que se ha convertido la asunción de responsabilidades en este lindo país.