Desvergüenza
"Hay gente que pide para comer y resulta que tiene Twitter
(Teófila Martínez. Alcaldesa de Cádiz)
En una lectura simple, no nos queda muy claro qué parte de la proposición es la que indigna a la alcaldesa de Cádiz, si el hecho de que haya gente que pida para comer o el atrevimiento de tener una cuenta abierta en las redes sociales. Luego, en un examen más detenido, advertimos que lo que la señora Martínez ha querido reseñar es que no es de recibo simultanear las dos acciones verbales. O sea: que si tiene usted Twitter no se le vaya a ocurrir pedir para comer y si pide para comer qué diablos hace usted navegando por las nuevas tecnologías.
Consecuentemente, lo que usted debe de hacer es elegir una de las dos acciones, la que más coraje le dé, y dejarse de contemporizar tiempos verbales, que eso es de ricos. Fíjese, por tanto, en el uso del verbo resultar, que doña Teófila aquí utiliza en su acepción de te he pillado, macho, ahora no te me escapas, qué poca vergüenza hay en este mundo.
Como desenmascaradora de falsos pobres, la alcaldesa de Cádiz no tiene precio. Lo que no sabemos es cómo diablos ha sido capaz de identificar a un hambriento con conexión a internet. Un misterio, desde luego, del nuevo municipalismo.
(No queremos imaginar, por cierto, que el falso muerto de hambre disponga además de zona wifi. Menuda desvergüenza)
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