El sueño de los nuevos hitos en Cañero y Fátima

Intensa como siempre desde hace unos años se espera sea la Víspera. A las puertas del Domingo de Ramos Córdoba ya vivirá, de nuevo, una gran tarde cofrade. Será con hermandades que avanzan con paso calmado pero firme. Precisamente por ello habrá una jornada diferente esta vez. Muchos hechos la harán especial, sobre todo dos. Se producirá por primera vez la estación de la Presentación al Pueblo en la Mezquita Catedral y la salida de Nuestro Padre Jesús de la Victoria en sus Tres Caídas.

Este Sábado de Pasión también recorrerá las calles de El Higuerón Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Compasión, bendecido hace sólo unas semanas. Sin embargo, son los nuevos hitos de Presentación al Pueblo y La O los que más expectación generan en la ciudad. Quizá porque suponen el cumplimiento de otros sueños en las corporaciones, que aspiran a alcanzar la Carrera Oficial en un futuro no muy lejano, y también de sus barrios, alejados del casco histórico pero no del sentir pasionista de la capital.

De Cañero a la Mezquita Catedral

Tenía previsto incorporarse a la Semana Santa, pero no pudo ser. Aun así, la cofradía de la Presentación al Pueblo cumplirá su deseo de acudir a la Mezquita Catedral. “Lo afrontamos con muchísima alegría porque el proyecto está llegando a una madurez”, expresa su hermano mayor, Ángel Cervera. Aunque admite que en la corporación se vive también “con preocupación por que todo vaya bien”. “Somos conscientes de que vamos a atraer a muchas personas del pueblo de Córdoba”, precisa. 

Además, esa mezcolanza de sensaciones se produce ante la meteorología y a razón de pensar que “al patrimonio no le pase nada”. “Son muchas horas en la calle, pero es eso lo que hace especial a la estación”, añade Cervera, que tiene claro que este día es “distinto a todo”. Mientras, la corporación de Cañero piensa en su acceso a la Carrera Oficial en 2025 y lo hace “con responsabilidad y la esperanza de hacerlo bien”. Porque en San Vicente Ferrer quieren “estar al nivel de las hermandades de Córdoba”.

Cervera destaca que este año “se duplicó el número de hermanos de luz” y que “todo el guion penitencial y todos los atributos son en propiedad”. Más allá de lo venidero este Sábado de Pasión la hermandad mantiene el trabajo en sus proyectos. Como la configuración del misterio de Nuestro Padre Jesús de los Afligidos. “Está totalmente definido y ahora priorizamos a la fase de talla del paso, el año que viene estrenaremos los arbóreos, ya firmados con el tallista Jorge Domínguez”, expone el hermano mayor de la cofradía.

Además, la corporación recibirá en 2027 a Nuestra Señora Reina del Cielo y la Misericordia. “Estamos preparando su ajuar”, indica Cervera, que anticipa que se empezará “sacándola en rosario vespertino para ir acercándola al barrio”. Antes aspira la hermandad contar con la puerta lateral adecuada a la salida procesional. “Estamos a la espera de la resolución porque hasta ahora hemos cumplido todo lo requerido”, señala su hermano mayor, que sueña con 2025 en este sentido.

Fátima en tiempo de Victoria

El horizonte es distinto en relación a la Carrera Oficial para La O, que encara su primer Sábado de Pasión como hermandad de pleno derecho. Fue erigida hace apenas unas semanas. La cofradía recibió la buena nueva cuando preparaba el estreno penitencial de Nuestro Padre Jesús de la Victoria en sus Tres Caídas. “Para nosotros está siendo bastante ilusionante porque estamos viendo el proceso del paso, por ejemplo, y está quedando bastante digno”, expone al respecto el hermano mayor de la corporación de Fátima, Álvaro Pérez. Por si fuera poco, “coincide con su quinto aniversario”.

Y La O cuenta también con otra novedad, doble además. Al Señor lo acompañarán un sayón y Simón de Cirene, primeras figuras secundarias de su misterio. “Estamos muy contentos al respecto”, afirma Pérez. Sobre el paso resalta que “es una donación de un grupo de hermanos”. Acerca de la escena que acogerá no quiere ofrecer pistas. “La estética la tenemos todavía un poco como sorpresa para cuando salga”, asegura ante la importante cita para la cofradía de Nuestra Señora de la Aurora. 

Con todo, la hermandad no pierde la perspectiva de cara al futuro. “Tenemos los pies en el suelo, vamos a disfrutar de dos figuras bastante bonitas”, apunta Pérez. Eso sí, la pretensión el año que viene es “seguir engrandeciendo el patrimonio artístico”. Y ya con más tranquilidad “seguir haciendo el resto de imágenes, pero poco a poco”, sobre todo “teniendo en cuenta el tamaño del paso, ya que éste no es el definitivo, así como la capacidad”.