Un vicio casi olvidado

Dos son los puntos de vista que ofrece el fútbol. Dos perspectivas que a veces hacen más complicado el análisis pero que otras muestran un reflejo claro de una situación concreta. La realidad es diferente según se atienda a los resultados o se opte por las sensaciones. Un hecho que en esta ocasión no termina de darse para un Córdoba que en el segundo de los aspectos vive en una montaña rusa. Aunque en el último duelo mejoró su imagen, el conjunto blanquiverde venía de otros encuentros mucho menos alentadores. Sea como fuere, lo que no deja lugar a la duda en relación a la trayectoria actual del equipo es la estadística. En ese sentido, la derrota ante el Mallorca propició la peor dinámica del cuadro califal en lo que se refiere a número de jornadas seguidas sin conocer la victoria desde la temporada 2007-08. El dato no resulta tan aciago en cuanto a porcentaje de puntos sumados, un plano en el que obtiene registros más positivos que en muchas otras ocasiones.

Siete encuentros de Liga sin ganar son demasiados para cualquiera. También para un candidato al ascenso, como lo es el Córdoba. De ahí que desde el club se admita ya con normalidad la palabra crisis -en realidad significa que hay un cambio, que para el equipo de Oltra se da de manera negativa-. No en vano, el conjunto blanquiverde está a un partido de igualar su segundo peor período con ausencia de triunfos. El récord negativo se dio en la campaña 2007-08, en unos años en los que de vez en cuando existía el vicio adquirido en El Arcángel de acumular no pocas jornadas de decepción. Entonces, entrada la segunda vuelta, el cuadro califal llegó a encadenar nueve duelos ligueros sin vencer. En medio de esa dinámica Paco Jémez, en su primera etapa, fue destituido y José González le suplió. Esa campaña también obtuvo el otro dato negro en su hoja de servicios, la segunda peor etapa de la última década: ocho contiendas sin sumar de tres. Un tropiezo en Miranda de Ebro generaría un momento crítico y además supondría igualar una estadística de la que nadie, lógicamente, quiere saber.

Tras la llegada a la propiedad y la presidencia de Carlos González en 2011 el Córdoba nunca estuvo tanto tiempo falto de victorias. Excepto en Primera, una campaña que es mejor obviar. En Segunda A, el peor dato de este período fue de cinco choques sin ganar, que se repitió hasta en tres ocasiones: con Berges y con Esnáider el curso 2012-13 y en el 2013-14 en una trayectoria que significó la salida de Villa, un duro tropiezo de Carrión y un amargo estreno de Ferrer. Sin embargo, el bagaje en cuanto a puntos no es tan negativo. Y eso que las rachas fueron menos duraderas. Los cuatro empates que obtuvo el conjunto blanquiverde en las últimas siete jornadas -ante el Zaragoza, el Numancia, el Elche y el Valladolid- permitieron eludir esa otra estadística que completara un informe aún más malo. En la proporción entre puntos obtenidos con los que hubo en juego ésta es la mejor de las dinámicas de cuantas se dieron desde la temporada 2011-12. Siempre hay un lado positivo.