Suspenden el partido entre Don Bosco y Sporting de Ceuta por un episodio de violencia
La violencia en el fútbol base volvió este fin de semana a aparecer con toda su crudeza. El partido entre el Don Bosco y el Sporting de Ceuta, de la Liga Nacional Juvenil, disputado en la tarde de este sábado, tuvo que ser suspendido por el árbitro antes de su finalización al producirse graves altercados entre varios jugadores de ambos equipos, en los que estuvo implicado algún espectador. El club ceutí ha denunciado la agresión de hasta cuatro futbolistas por parte de seguidores locales. Otras versiones apuntan a que las agresiones fueron cruzadas y que también fueron golpeados jugadores del conjunto local y el entrenador del Don Bosco. El comité de Competición tendrá que dictaminar al escuchar las distintas versiones de los protagonistas y analizar el acta arbitral, el documento al que se acoge el Don Bosco para explicar cómo sucedieron los tristes episodios en el campo municipal de Noreña.
“Tras los hechos ocurridos en el encuentro que disputaban nuestro equipo Juvenil A y el Club Sporting de Ceuta y debido a la gravedad de los mismos, quisiéramos trasmitir, en primer lugar, nuestro firme rechazo por cualquier acción que constituya algún tipo de agresión y violencia, sea del tipo que sea”, ha indicado el club salesiano en un comunicado publicado a través de sus redes sociales. “Este club, por su parte, celebrará con urgencia una reunión para tomar las medidas que considere necesarias y oportunas para abordar los lamentables acontecimientos”, añade. También expresa la dirección del Don Bosco su malestar con la repercusión pública que han tenido los incidentes. “En segundo lugar, y tras la proliferación de noticias en diferentes medios de comunicación locales y nacionales, quisiéramos trasladar nuestra disconformidad con el contenido y tratamiento de los hechos redactados”, expresa el Don Bosco, que remite “a los diferentes medios, demás personas y colectivos al acta arbitral, que refleja, con rigor, el desarrollo de los lamentables acontecimientos”. En el texto redactado por el colegiado se indica que el origen de los incidentes estuvo en una acción -un saque de banda de un jugador ceutí y una fricción con un espectador- que tendrá que ser valorada por el Comité de Competición, ya que a partir de ahí se desmandó todo.
Los hechos comenzaron en una acción de saque de banda en la que un jugador del Sporting de Ceuta recibió un agresión verbal por parte de un espectador, según ha denunciado el equipo visitante. Éste fue el detonante de un episodio lamentable, con una trifulca en la que, según denunció el Sporting de Ceuta, fueron agredidos sus futbolistas. El Don Bosco también vio cómo algunos de sus jugadores sufrían heridas producto de golpes. Ante la gravedad de los acontecimientos, el árbitro del partido, Javier Sánchez Carrera, decidió suspenderlo después de requerir la presencia de las fuerzas de orden público. En ese momento, el Don Bosco iba ganando por 1-0.
Según el acta del partido, un jugador del Racing de Ceuta lanzó el balón hacia un aficionado que anteriormente se había dirigido a él en términos despectivos. El documento arbitral refleja que hubo intercambios de golpes entre los jugadores de ambos equipos y que el entrenador del Don Bosco, que se dirigió con ánimos de apaciguar a los jugadores, también resultó golpeado. El acta indica también que hubo intentos de agresión por parte de jugadores del Racing de Ceuta a uno de los asistentes. El árbitro dice que en esos momentos no mostró tarjetas “puesto que de hacerlo peligraba la integridad de mi persona y mis asistentes”. Tras detener el partido y reclamar la presencia de fuerza pública, el encuentro se reanudó pero fue finalmente suspendido porque “ni mis asistentes ni mi persona nos encontrábamos en condiciones físicas ni psicológicas para continuar el partido”. El Juez único de competición de la Real Federación Andaluza de Fútbol decidirá sobre estos incidentes.
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