“Supe que mi padre marcó el gol por el periódico”
Juan García, hijo del legendario Juanín, rememora una jugada histórica que nunca vio: la del 1-0 ante el Valladolid en el primer partido del Córdoba en Primera División
No hay vídeo de aquel día. En esos tiempos solo aparecías, con suerte, en el NO-DO (Noticiario y Documentales Cinematográficos, un espacio que entre 1942 y 1976 se proyectaba de forma obligatoria en los cines españoles antes de la película) si jugabas contra el Real Madrid. Han pasado casi 53 años. Todavía quedan por ahí veteranos aficionados que vieron ese gol. Estuvieron en El Arcángel un 16 de septiembre de 1962 para asistir al primer partido de la historia local en Primera División. Un Córdoba-Valladolid. Ganaron los blanquiverdes por 1-0 y marcó Juanín, el eterno capitán. Su hijo Juan nació en 1972, curiosamente el mismo año en el que el Córdoba descendió de la elite para no volver en más de cuatro décadas. Las mismas que él lleva siendo un cordobesista de sangre, el hijo de una leyenda que nunca le contó demasiado sobre aquellas glorias del pasado. “Mi padre no hablaba de su época de jugador ni era de los que cuentan batallitas. Estaba siempre con los chavales de la escuela [la Escuela de Fútbol de Juanín y Diego, que fundó con otro exjugador cordobesista], enseñando y viviendo cada día el fútbol actual”, cuenta Juan, que confiesa que aquel episodio del primer gol en Primera lo conoció leyendo el periódico. “Vi el reportaje y me sentí muy orgulloso. Yo no tenía ni idea. Me enteré así de que mi padre metió el primer gol del Córdoba en Primera”, confiesa con emoción.
“Le pegué fuerte, desde el punto de penalti, en la portería del Gol Sur…”, rememoraba el añorado Juanín (Nerva, 1940-Córdoba, 2013), en ese reportaje publicado por El Día de Córdoba en 2007, justo 45 años después de la efeméride. “Más que la forma en que rematé, o la jugada, recuerdo la gran alegría que me produjo al ver cómo se celebraba en El Arcángel. Aquél fue un momento indescriptible, que nunca olvidaré. Éramos nuevos en Primera y toda la ciudad estaba pendiente de nosotros después del ascenso. Debutamos en Primera y ganamos. ¿Qué más podíamos pedir?”, explicaba el añorado futbolista. Estuvo una década en el club, lució el brazalete de capitán y disputó un total de 318 partidos oficiales, marcando 77 tantos en total. Hizo 44 en Primera, una marca que le sitúa como el mejor goleador cordobesista en la máxima categoría. Jamás fue amonestado en toda su carrera.
“Sé de sus mejores partidos por Navarro, Molina, Reina... Ellos me han explicado mucho de aquella etapa del Córdoba. A él no le gustaba darle vueltas al pasado. Te daba su opinión y ya está”, dice Juan García, que en la actualidad mantiene vivo el legado de su padre ejerciendo, junto a un buen equipo de colaboradores y el fiel Diego Moreno, la gestión de la Escuela de Fútbol. De ese vivero que nació en el barrio de Ciudad Jardín se ha ido nutriendo el Córdoba CF desde hace décadas. “Somos todos cordobesistas. En nuestra camiseta llevan todos los niños el lema de pasión infinita y nuestra mayor ilusión es verles progresar y que algún día puedan estar en el Córdoba CF, que es el equipo de nuestra ciudad”, afirma Juan, que pasó por las divisiones inferiores del club y que ahora saca tiempo para jugar partidos con los veteranos blanquiverdes.
Este sábado estará viendo un Córdoba-Valladolid en la jornada 1 de Liga. Y se acordará, esta vez sí, de que una tarde de septiembre, mucho antes de que él naciera, su equipo debutó entre los mejores ganando por 1-0 con el gol de su padre. De Juanín. El mejor jugador blanquiverde de todos los tiempos y el que iba a dar nombre a la nueva Ciudad Deportiva, cuya construcción sigue a día de hoy siendo un misterio sin resolver. En cualquier caso, aquel anuncio presidencial de una tarde de verano, maqueta y vídeo incluidos, se modificó después de un modo lamentable. ¿Qué pasó? Pues que el hijo de Juanín, como representante de la Escuela de Fútbol, tiene al Córdoba CF en los tribunales. “Es una situación dolorosa y desagradable, pero no nos dejaron otra opción”, dice.
El próximo 16 de mayo se celebrará el juicio por una demanda por incumplimiento de contrato. La Escuela debía percibir el 10% del traspaso de Fede Vico -formado allí y enviado directamente a la entidad blanquiverde- al Anderlecht, según un acuerdo firmado por ambas entidades cordobesas. Se pactó el pago -unos 150.000 euros- en tres partes iguales. Para el primero, la Escuela aceptó, a petición del Córdoba, rebajar la cantidad a menos de la mitad y no percibir ni un solo euro. La cifra se traducía a carnés para que pudieran sortearlos entre las familias de la Escuela. “Nos los dieron en septiembre, con la Liga ya empezada”, recalca. ¿Y qué pasó con el resto? “Pues nada: nos dijeron que no pagaban nada más y que nos fuésemos de allí. Además, de muy malas maneras. Se rompieron las relaciones institucionales y hasta hoy”, cuenta el hijo de Juanín, el hombre que llevó la felicidad al cordobesismo con un gol contra el Valladolid.
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