La soledad del Córdoba: así en el palco como en la grada
A Jesús León le tocó pasar un trance muy amargo este domingo en El Arcángel. El Córdoba ganó un partido después de un mes y medio sin hacerlo, pero la victoria ante el Nástic (4-3) fue tan triste como el escenario que la albergó. En las gradas hubo menos público que nunca en esta temporada y en el palco de autoridades hubo ausencia de representantes de los partidos políticos, tal y como ha venido siendo habitual durante todo el curso actual y anteriores. La soledad del presidente y máximo accionista quedó patente en las imágenes que deparó un encuentro que se recordará como un foro de protestas contra la gestión de la entidad. “La gente ha reventado porque está hasta los cojones”, dijo muy gráficamente uno de los capitanes, Alfaro, que marcó un par de goles. Otro de los que anotó, Javi Lara, admitió haber sentido “pena y vergüenza”. De la cúpula blanquiverde no hay ninguna reacción. De momento.
El presidente estuvo acompañado en la zona de autoridades por sus consejeros habituales -con Magdalena Entrenas y Manuel Garrido en lugares principales-, además del director general Alfredo García Amado y el director deportivo Rafael Berges. No comparecieron esta vez la alcaldesa Isabel Ambrosio ni el primer teniente alcalde, Pedro García, que suelen ocupar esa ubicación de manera frecuente. Tampoco estuvo el representante del PP, José María Bellido, quien declaró hace unos días que no iba a asistir al palco de El Arcángel mientras no se arreglara la situación de impagos en la entidad. Durante esta semana podría haber novedades al respecto, según avanzó en una rueda de prensa el consejero -y presidente de la Asociación de Veteranos del Córdoba- Manuel Garrido. Sí estuvieron en la zona noble del estadio varios componentes del colectivo de exfutbolistas del Córdoba.
La nula presencia de representantes institucionales en los lugares principales del palco de El Arcángel resulta aún más llamativa por tratarse del fin de semana previo a las elecciones municipales. De cualquier modo, la caótica situación del club cordobesista en todos los órdenes no resultaba especialmente seductora para que acudieran a presenciar el espectáculo quienes optan a un sillón en Capitulares.
En las gradas hubo un vacío casi absoluto. Según los tornos del club, pasaron a la instalación un total de 2.986 personas. Parecían menos. Y al terminar el partido, más de la mitad se habían marchado. En la Liga, el Córdoba ha ido registrando una caída en el número de asistentes a sus partidos y rebajó en los últimos meses la barrera de los diez mil -teniendo en cuenta que tiene quince mil socios-, con afluencias de 8.148 ante el Mallorca y 6.688 contra el Real Zaragoza.
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