Los primeros de la 'era González' no lo tienen claro
Caballero y López Silva llegaron en verano de 2011 y son los únicos que permanecen en el club desde entonces | Emilio Vega y Oltra estudian el porvenir de dos jugadores con contrato en vigor
Son, de los que cuentan con contrato en vigor para la próxima temporada, los únicos futbolistas que continúan en el club desde 2011. Los dos compartieron, junto a Jaime Astrain, la que fue una de las primeras fotografías del Córdoba de Carlos González. De hecho, fueron los fichajes con los que arrancó la etapa del empresario canario al frente de la entidad y con los que comenzó su labor en la dirección deportiva Juan Luna Eslava. El onubense y el madrileño componen, por tanto, la escasa vieja guardia del conjunto blanquiverde, que la campaña venidera volverá a su punto de origen, a la categoría para la que llegaron ambos jugadores procedentes del Cádiz. Su antigüedad, sin embargo, no es sinónimo de garantías de futuro como califales. No al menos en un 100 por 100.
Tanto López Silva como Carlos Caballero tienen contrato con el Córdoba para el curso próximo. La vinculación del segundo va incluso mucho más allá: su relación sobre el papel proseguirá hasta 2018. En su caso, y por dicho motivo, una posible salida sería más complicada que en el supuesto del onubense. Sea como fuere, los dos atraviesan una situación un tanto incierta en los albores del nuevo proyecto blanquiverde, que dirigirá desde el banquillo José Luis Oltra. La opinión del técnico también contará a la hora de decidir, al igual que con el resto de futbolistas con vínculo con la entidad y de cuantos regresan tras haber estado cedidos en otros conjuntos, sobre la continuidad o no del extremo y del centrocampista. De entrada, los números de la pasada campaña no ayudarán demasiado a los jugadores, debido a que ninguno pudo alcanzar unos registros positivos. El madrileño tampoco lo consiguió lejos de El Arcángel en su período en el Veria griego, en el que jugó a préstamo a lo largo del segundo tramo de la temporada.
La situación fue difícil para Carlos Caballero el recientemente acabado curso 2014-15, en el que apenas pudo gozar de minutos con el Córdoba. Primero, hubo de salir de manera definitiva de la grave lesión de ligamentos de la rodilla que sufriera la anterior campaña, con Ferrer en el banquillo y en Segunda A. El mediocentro comenzó a ver la luz el pasado mes de octubre, pero la destitución del catalán pudo suponer un freno para que volviera a contar con oportunidades. Tuvo un par de participaciones testimoniales y en el mercado de invierno puso rumbo a Grecia. Allí, militó mediante cesión en el Veria de Raúl Bravo, con el que tampoco logró tener una regularidad que buscaba para fortalecer su rodilla. A su regreso, habrá que ver la decisión que finalmente toma el club califal sobre su continuidad.
No menos complicada fue la temporada para López Silva, que pasó de ser un hombre importante dentro del equipo a ocupar un plano totalmente secundario. En la primera vuelta del campeonato en Primera, al menos disfrutó de oportunidades y tuvo ocasión de jugar en ocho encuentros de Liga y uno de Copa. Pero después cayó en el olvido tanto para Miroslav Djukic como para José Antonio Romero. Su última presencia sobre el césped tuvo lugar el 20 de diciembre, cuando el Córdoba sucumbió el poderío del Barcelona en el Camp Nou (5-0). Después, sólo entró en cuatro convocatorias y en ninguna de ellas contó con minutos. La entidad blanquiverde quiso buscar una cesión en el mercado de invierno, pero el onubense optó por continuar en El Arcángel. Quizá esos últimos meses supusieron el final de su etapa como futbolista califal. Todo dependerá de Emilio Vega, director deportivo, y de José Luis Oltra. Ellos fueron los primeros en llegar al Córdoba de González. Ahora miran el futuro con incertidumbre.
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