Que no cese el ritmo
Es uno más y a la vez es igual de importante. En período estival cada partido, como cada movimiento en el mercado, cuenta. Aunque la pasión manda, los resultados son parte de la razón por la que cualquier club obtiene en verano el apoyo, mayor o menor, de su afición. En ese sentido el Córdoba camina con paso firme en esta ocasión, toda vez que sólo sabe ganar hasta el momento en una pretemporada que quiere seguir de manera impoluta sobre el césped. La ocasión aparenta ser más que propicia para que así sea, pues el conjunto blanquiverde encara su quinto amistoso ante un adversario de mucho menos rango. El equipo que dirige a Luis Miguel Carrión se enfrenta este jueves al Sanluqueño, conjunto que bajo la batuta del cordobés Rafael Carrillo Falete militará la próxima campaña en Tercera. El cuadro califal medirá su línea de trabajo y progresión ante el gaditano en el Marbella Football Center a partir de las 20:00. La victoria no equivale a puntos, ni siquiera a evolución, pero sí a refuerzo, uno más, del estado de ánimo de vestuario y seguidores.
La intención en este caso, al igual que en los anteriores bolos veraniegos, no es otra que alcanzar el triunfo. Aunque esta vez su consecución comienza a ser un objetivo significativo, pues el Córdoba quiere mantener su pleno de alegrías en lo que va de pretemporada. Más si cabe cuando en apenas unos días, el próximo martes, recibirá al Betis en El Arcángel. Nada mejor que otra victoria para encarar ese choque al máximo de moral. Después de superar al All Stars Kenia (0-4), al Écija (1-3) y al Linares (0-6), el conjunto blanquiverde consiguió derrotar también a un rival directo, al menos lo va a ser sobre el papel, en el próximo campeonato liguero. El Almería tampoco fue capaz de hacer sucumbir a la escuadra que dirige Luis Miguel Carrión, que en ese choque se impuso por 1-0 con gol de Sergi Guardiola. Fue ése el primer, y único hasta ahora, encuentro de los califales dentro de su concentración en Benahavís. Aunque tuvo lugar en el Marbella Football Center, escenario muy habitual del equipo en los últimos años y que este jueves acogerá la contienda con el Sanluqueño.
Será el partido ante el conjunto gaditano el cierre anticipado al tiempo de trabajo en tierras malagueñas, toda vez que el viernes el Córdoba regresará a la Ciudad de los califas. Otro motivo, ése, para alcanzar la victoria. Cerrar su estancia en Benahavís con buen sabor de boca es el objetivo añadido en este duelo, en el que Luis Miguel Carrión contará con un par de bajas. Al menos en principio. La intensidad de la labor sobre el césped en pretemporada suele pasar factura en forma de molestias físicas y éstas aparecieron especialmente para Jaime Romero y Álex Vallejo. El extremo ya se ejercitó de mejor manera en las últimas sesiones, pero habrá que ver si el técnico no opta por darle descanso y evitar una recaída y frenar su evolución. Sí que se perderá el choque el central, que tampoco estará, salvo sorpresa, para la presentación en El Arcángel ante el Betis. Por otro lado, el preparador catalán no tendrá tampoco en esta ocasión a Alberto Quiles, que en la tarde del miércoles llegó a Murcia. El onubense jugará cedido la próxima campaña en el UCAM.
Pero ningún contratiempo, o lo que aparentemente lo pueda parecer, preocupa hoy por hoy a un equipo que comienza a tener clara su identidad sobre el terreno de juego. En ese sentido, Carrión insiste en reforzar al conjunto blanquiverde en labor defensiva, con una presión constante y adelantada. Y, por supuesto, armar bien las jugadas de ataque. Ésa es la clave hasta el momento para que el Córdoba haya logrado contar por victorias sus amistosos. El deseo es repetir ante un Sanluqueño que la temporada venidera luchará por regresar a Segunda B tras su descenso el pasado curso. Para ello tendrá en su banquillo a un notable entrenador, el cordobés Rafael Carrillo Falete. El hombre que llevó al Lucena a sus cotas más altas trabajará por devolver al cuadro gaditano a la categoría de bronce. Lo hará con un plantel en el que se encontrarán nombres de peso como el del internacional Dani Güiza, que es uno de los fichajes de relumbrón del club verdiblanco, o el del cordobés Rubén Cuesta. Este último regresa a España tras un exitoso periplo en el fútbol boliviano para atender la llamada de un técnico que ya le dirigiera en tierras aracelitanas. Miki completa la nómina cordobesa de un rival que intentará dificultar su tarea a los cordobesistas, que irán a por el cinco de cinco. Que no cese el ritmo.
0