Mirada la pizarra, ¿y ahora qué?
Un cambio por aquí, un retoque por allá… La difícil realidad del Córdoba lleva a pensar y repensar la fórmula para atajar el problema. Ése no es otro que la falta de triunfos, de lo que tiene necesidad imperiosa el cuadro califal. También su entrenador, un Juan Merino sobre el que pesa la sombra de la destitución desde hace tres jornadas. Visto el panorama, y dadas las circunstancias en el último encuentro, cabe preguntarse: ¿Y ahora qué? La cuestión va relacionada principalmente al planteamiento del técnico en el próximo choque liguero, el que enfrenta al conjunto blanquiverde con la Cultural y Deportiva Leonesa el domingo (18:00). La duda existe, sobre todo, en torno al sistema. En este sentido, la incógnita es si el linense volverá a acudir al 3-5-2 o si bien optará por el 4-4-2 al que trató de dar forma sobre la marcha en Sevilla.
De entrada, el preparador gaditano recupera para el duelo con la Cultural al hombre de referencia, hoy por hoy, del equipo en ataque. Tras cumplir sanción en el partido ante el filial hispalense, Sergi Guardiola vuelve a estar a disposición de Juan Merino. Pocos interrogantes surgen acerca de su presencia sobre el césped, de partida, el próximo domingo. Al menos en principio. Sin embargo, Jona parece vivir su mejor momento de la temporada. Y eso que en cada encuentro marra alguna que otra ocasión de lujo en área rival. El malagueño de origen hondureño viene de marcar en el último choque y es, además, el autor de los dos goles más recientes del Córdoba. Difícilmente no esté en el once ante el cuadro leonés.
Medianamente claro queda, por tanto, que Merino compondrá de nuevo una zona de vanguardia con sus dos delanteros. A partir de ahí, ¿cuál será el plan para el resto de parcelas? El técnico apostó de entrada por dos líneas de cuatro, defensa y medular, muy juntas. Pero ante la falta de resultados modificó su idea inicial por una especie de 3-5-2 sin laterales pero con carrileros. O con laterales convertidos en carrileros, y después con participación de extremos. Sucedió en Sevilla con Javi Galán. Tampoco funcionó ese dibujo y en pleno partido en la capital hispalense realizó permutas para retornar, o intentarlo, al 4-4-2.
Con Jovanovic, que gusta al técnico y ya contó con minutos ante el Sevilla Atlético, de vuelta el abanico de opciones es mayor. Con todo, es necesario ampliar la perspectiva en este plano. La modificación sobre la marcha del sistema en el Viejo Nervión fue consecuencia de una mala primera parte, del requerimiento por dar otro aire al duelo. Es decir, el planteamiento de comienzo fue el mismo que había pensado Merino algún partido atrás. De esta forma, y dada la confianza que el linense muestra en Vallejo en funciones de central, es muy posible que el 3-5-2 continúe ante la Cultural Leonesa. En este punto, toca vislumbrar quiénes conformarán el once blanquiverde en ese choque.
La línea de ataque está cerrada -si perdura el dueto ofensivo, que es el preferido por Juan Merino-. Sin mirar a la portería, que es para Kieszek, la defensa apenas presenta opciones de cambio. Sólo la recuperación de Caro o la entrada de Pinillos en el centro de la zaga pueden conllevar retoques, poco probables, en esta parcela. La duda es posible únicamente por la situación de João Afonso, quizá señalado alguna que otra vez por el preparador califal. ¿Y en el centro del campo? La tripleta compuesta por Aguza, Edu Ramos y Carlos Caballero parece ser intocable para el linense en cuanto al once. Pero la falta de resultados puede suponer otra vuelta de tuerca para incluir a Javi Lara, por Caballero teóricamente. Los carriles, en principio, serán una vez más para Fernández y Javi Galán. Aunque ojo con Jovanovic por la izquierda.
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