Luso busca pareja de baile
Las dudas invaden de unas jornadas a esta parte al Córdoba. Resulta normal, ya que acumula siete jornadas sin conocer la victoria. Los empates, que bien pudieran servir, ahora sólo aparecen como un alivio a tanto problema. Unas vacilaciones que en cierto modo tienen su reflejo en un dato: el conjunto blanquiverde continúa, transcurrido el primer tercio de campeonato de Liga, sin tener definido el doble pivote. El duelo con el Elche surgió como el primer instante en el que se percibió el dilema existente en ese sentido. Los tres partidos que siguieron a éste terminaron por confirmar una situación que parece continuará las próximas semanas dado el resultado del último intento de Oltra por encontrar una buena pareja de baile para Luso Delgado. El aragonés es el único indiscutible en la línea de medios, en la que estuvo acompañado en los onces hasta por cuatro futbolistas. El último, un Alejandro Alfaro con el que el técnico realizó toda una declaración de intenciones ante el Mallorca. Salía con todo, apenas guardaba nada, en el plano ofensivo. La probatura no acabó de funcionar.
El detalle bien pudiera ser observado como una simple anécdota. Sin embargo, arroja luz, de algún modo, sobre la realidad actual del Córdoba. La incertidumbre también se instala en el terreno de juego. Por si fuera poco, la indefinición a la hora de completar el doble pivote alcanza una mayor relevancia después de la entrada de Alfaro en el último encuentro liguero. Más que poco habitual resultó a lo largo de su trayectoria ver al sevillano en dicha posición, si bien a lo largo de la presente temporada ya la ocupó en momentos determinados de diferentes choques. Nunca había sido opción para ser uno de los dos hombres de la medular. Hasta el pasado viernes, cuando además se dio la circunstancia de que era el cuarto cambio de dupla consecutivo. Dicho de otro modo, Luso tuvo cuatro compañeros en las últimas cuatro jornadas.
La todavía infructuosa búsqueda de la pareja ideal de Luso comenzó de manera más clara en Elche. Antes de ese partido el aragonés ya había compartido cartel con Edu Ramos y Carlos Caballero. En Elche, Oltra optó por ofrecerle una oportunidad a Borja Domínguez. No funcionó. Quedaba claro en ese momento que la medular tomaba la forma de un puzle difícil de hacer para el preparador valenciano. Y totalmente diáfano quedó en las siguientes semanas. Porque de repente hubo otros tres cambios. Carlos Caballero recuperó su lugar junto al zaragozano ante el Valladolid, Edu Ramos tomó el relevo en Almería y, en efecto, Alfaro se convirtió en su última pareja de baile. Ante el Mirandés, con toda probabilidad, volverá a existir permuta en una dupla de la que sólo es inamovible el actual capitán del conjunto blanquiverde.
0