Lourdes, un espejo en Fidiana

Está más que acostumbrada a que sus movimientos sean observados hasta el más mínimo detalle. Lourdes Mohedano, la primera mujer cordobesa que conquistó una medalla en unos Juegos Olímpicos, convive con el examen permanente de sus entrenadores y de los jueces de las competiciones oficiales, pero también encuentra espacio para ser la destinataria de otro tipo de miradas: las de la admiración, esas que provienen de los ojos infantiles. Durante dos días, la gimnasta de Peñarroya ha realizado una Master Class en la instalación deportiva de Fidiana. Decenas de niñas no la sacaron del foco ni un solo instante. Atendieron cada una de sus explicaciones, imitaron sus movimientos y vivieron a su lado una experiencia inolvidable. Lourdes es su espejo. Las chicas del Liceo Córdoba, el club que alumbró a la estrella olímpica, la ven como uno modelo de éxito y una inspiración permanente.

“Estoy cansada, pero feliz de poder estar aquí”, decía Lourdes en la primera jornada de su Master Class, en la que compartió pista con un grupo ávido de actividad. Con la organización del Club Liceo y la colaboración del Instituto Municipal de Deportes (Imdeco), se llevó a cabo un programa que incluía fases de calentamiento, técnica corporal y técnica de aparato (pelota, cuerda, aro, mazas y cinta). Además, hubo un espacio para realizar preguntas a la olímpica cordobesa, que firmó fotos y autógrafos a todos los participantes. “Son unos momentos en los que las niñas disfrutan mucho. Todas quieren llevarse un recuerdo”, indica Lola Ruano, que fue la primera entrenadora de Lourdes.

Varias generaciones de gimnastas compartieron espacio en el pabellón de Fidiana, una instalación cuya apertura estuvo rodeada de polémica -una década con las puertas clausuradas y un catálogo de desmanes en el camino- y que ahora, tras ponerse en marcha, ya ha acogido un buen puñado de actividades. Entre ellas la primera Master Class de Lourdes Mohedano, una veinteañera que es historia viva del deporte en la ciudad.