Imanol García, el insustituible en la media
El arranque competitivo del Córdoba en Segunda División B ha demostrado que Enrique Martín va a dar opciones a todo el plantel. Los veintiún jugadores empleados hasta la fecha así lo atestiguan. Sin embargo, dicha circunstancia no quita que el entrenador haya depositado su total confianza en un pequeño núcleo de futbolistas para su ideal de juego. Entre ellos se encuentra Imanol García, titular indiscutible en los cinco partidos disputados y que ha estado presente en todos y cada uno de los minutos del presente curso.
Su fichaje se fraguó para esta campaña -y con opción a una segunda- al recibir la carta de libertad por parte del Osasuna. El equilibrio táctico y la consistencia que el de Ezkirotz ofreció desde la pretemporada arrojaron pocas dudas en lo concerniente al vital papel que desempeñaría dentro del esquema. De hecho, fue el séptimo hombre más empleado del vestuario acumulando 402 minutos durante los siete envites donde figuró, seis de ellos como titular. Debido al marcado carácter creativo de sus habituales acompañantes en la media -Javi Flores es el mejor ejemplo-, Imanol está intentando servir de nexo entre la línea defensiva y las piezas más ofensivas abarcando la zona central, misión encomendada por un Martín que lo conoce a la perfección.
Porque la trayectoria deportiva del joven medio -cumplirá 24 años en diciembre- está muy ligada al propio Martín. El jugador formado en El Tajonar, la prolífica cantera pamplonesa, dio un importante paso adelante durante la temporada 2016-17 de la mano del preparador. De hecho, el 18 de septiembre de 2016 debutó en Primera División contra el Celta de Vigo (0-0) y lo hizo partiendo de inicio junto a Miguel de las Cuevas, actual compañero en las filas cordobesistas. Pero la temprana destitución del técnico de Campanas -undécima jornada- y los malos resultados mermaron su participación con un primer equipo que acabó descendiendo a Segunda.
Joaquín Caparrós y Petar Vasiljevic, los otros dos inquilinos que tuvo el banquillo navarro ese curso, le dieron minutos en otros siete encuentros de Liga y dos de la Copa del Rey. Por lo tanto, su mayor rendimiento pudo analizarse como futbolista del Osasuna Promesas, filial perteneciente al Grupo I de Segunda División B y que quedó en mitad de la tabla. Allí alcanzó los 21 partidos -todos desde el inicio- antes de no acordar la renovación de su vínculo contractual. El Villarreal, que pretendía buscar el ascenso de su segunda formación a la categoría de plata, lo incorporó a su plantel.
El año con los groguets resultó exitoso a nivel personal. Disputó 33 compromisos de Liga y dejó muestras de su trabajo en el play off de ascenso a Segunda. La entidad castellonense se quedó a las puertas del ambicioso objetivo después de eliminar al Bilbao Athletic y Fuenlabrada. Sin embargo, el Elche rompió el sueño justo en la ronda final. Javier Calleja, Igor Tasevski y Miguel Álvarez, los tres técnicos que lo dirigieron, no dudaron en alinearlo de forma asidua. Pese a ello, el conjunto presidido por Fernando Roig dejó que se marchara de vuelta a Osasuna el año pasado reservándose un 25% de un futuro traspaso.
Imanol no dispuso de la confianza necesaria por parte de Jagoba Arrasate en su regreso a casa. Es más, solo sumó 117 minutos en las tres primeras jornadas del calendario ante Mallorca, Elche y Granada. Debido a esta circunstancia, el Nàstic de Tarragona pidió su cesión en noviembre para cubrir la baja de larga duración de César Arzo. Allí le iba a esperar Martín con los brazos abiertos sabedor de sus cualidades. A los días de firmar ya controlaba el centro del campo catalán poniendo músculo y sacrificio. Aunque su papel estuvo por encima de la media -24 choques donde solo en uno fue sustituido-, la escuadra tarraconense terminó descendiendo con el Rayo Majadahonda, Reus y Córdoba.
En el club andaluz se reencontró con su gran valedor para sellar el retorno al fútbol profesional, único objetivo que se contempla en el horizonte para la 2019-20. Ha compartido parcela con varios efectivos como el citado Javi Flores, José Antonio González, Antonio Moyano e, incluso, Chus Herrero. El Córdoba, por el momento, no ha dado con la tecla para hacer funcionar el engranaje de la media convirtiéndose en una de las asignaturas pendientes de Martín. Lo único seguro a día de hoy es que Imanol se ha convertido en su prolongación sobre el verde y su presencia en el once resulta básica para el ideal diseñado desde el banquillo.
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