España - Serbia

— Contracrónica

Córdoba brilla con luz propia en el España-Serbia

23 años después y se dice pronto. Córdoba ha estado volcada con la llegada de la selección española de fútbol masculina desde que la propia Real Federación Española de Fútbol (RFEF) así lo anunciase durante el 12 de junio. Un comunicado que generó una grandísima expectación, ya que la capital califal lleva esperando al combinado nacional desde 2001, cuando se enfrentó a Japón en un duelo amistoso. Esta vez, la disputa de un duelo oficial con motivo de la fase de grupos de la Nations League ha hecho que España vuelva al estadio ribereño para medirse a Serbia y los aficionados cordobeses, como era de esperar, no han desaprovechado la oportunidad.

Aun así y a pesar de que el partido no comenzó hasta las 20:45, las horas previas ya dejaban claro que Córdoba iba a vivir algo histórico durante el 15 de octubre. Desde bien temprano, la mayoría de personas que paseaban por la calle o utilizaban el transporte público para desplazarse ya vestían con ropa acorde a la ocasión: la camiseta de la selección española de fútbol. Es por ello que la fan zone instalada por la RFEF siempre ha estado con afluencia de ciudadanos y estudiantes de varios colegios, incluso con la amenaza de lluvia siempre presente.

Además, aficionados quisieron esperar lo que hiciese falta para tener una instantánea con sus jugadores favoritos. Gracias a ello, varias decenas de personas estuvieron presentes en las inmediaciones del Hotel Córdoba Center ubicado en el Vial Norte esperando a que los integrantes de la selección española de fútbol saliesen a dar un típico paseo matinal o, incluso, hasta que salieran de estas instalaciones en dirección de El Arcángel, cosa que desató la locura, sobre todo cuando los protagonistas se acercaron a las vallas para cumplir el deseo de todos los presentes.

Ya el organismo federativo se quedó sorprendido por el énfasis de la afición cordobesa por la llegada de la escuadra nacional, pero más aún después del ambiente visto durante el partido. Niños, jóvenes, adultos y mayores, personas de todo tipo de edad consiguieron una entrada en El Arcángel para presenciar como su selección jugaba 23 años después en su ciudad, en su casa. Pancartas, camisetas de la selección, alguna que otra pintura en la cara y mucha emoción antes de un partido que derivó en gritos, celebraciones y fiesta para una selección que logró clasificarse a los cuartos de final de la Nations League.

En cambio, la intrahistoria del partido tuvo mucho de qué hablar. En primera instancia, la afición cordobesa se acordó del minuto 54, entonando el himno del Córdoba CF mientras la lluvia atizaba y de qué manera a los jugadores que, por aquel entonces, luchaban cada balón. Uno de ellos era Álvaro Morata, quien por todos es conocido que guarda una especial relación con Córdoba y quería marcar en uno de sus estadios fetiches, pero su imprecisión a la hora de ver puerta hizo que, incluso, se desesperase.

Pero ahí estaba la afición de El Arcángel, que entonó un “Morata, Morata” cuando el capitán de la selección estaba pasando por un mal momento. Esa motivación la recuperó con ese aliento de la afición califal y el delantero madrileño logró subir el segundo de España al marcador, celebrando dicho tanto con una rabia propia de un jugador que quería agradar a una tierra que siente suya, como ya ha podido explicar ante los medios de comunicación en varias ocasiones.

Una vez el duelo estaba prácticamente cerrado, a la espera de ese golazo de falta directa de Álex Baena, la afición empezó a hacer la típica 'ola' que se mantuvo durante varios minutos, seña de que la hinchada cordobesa estaba disfrutando. Una comunión que se hizo eterna después de entonar el himno de Andalucía, demostrando que esta Comunidad Autónoma respira fútbol por los cuatro costados.

Por otro lado y en lo que corresponde al club local, el partido de este 15 de octubre dejó otra imagen que para muchos será algo más, pero que los cordobesistas agradecen -y mucho-. El Arcángel mostró una escena más moderna que la vista en los últimos años, gracias a la inversión del Córdoba CF para adaptar las exigencias de LaLiga tras su último ascenso a Segunda División. Esta mejora se notó sobre todo en la iluminación, donde los focos colocados tanto en la grada de Fondo Norte como en la de Fondo Sur hacía que el terreno de juego se viese con más nitidez. Por tanto, todo el mundo sale ganando en una noche para recordar en Córdoba.