Pueblos con mucho fútbol
Cien años de pasión: la historia viva del fútbol provincial se llama Pozoblanco
Pocos clubes pueden presumir de haber sido el corazón deportivo de una comarca durante un siglo. Menos aún pueden afirmar ser uno de los más antiguos toda una provincia, un hecho que solo se gana con el tiempo, la constancia y una pasión incombustible capaz de superar guerras, crisis y descensos. El Club Deportivo Pozoblanco es una de esas entidades. Su escudo no solo representa a una localidad, sino que condensa la memoria futbolística de Los Pedroches, un legado que cumple esta próxima campaña cien años y que se ha escrito con gestas heroicas y una admirable capacidad de supervivencia.
Repasar su historia es viajar por la propia evolución del fútbol modesto en Andalucía. Es una crónica de campos de tierra, balones de cuero cosidos a mano y rivalidades legendarias; pero también la de un club que llegó a ser campeón, que se midió con los grandes clubes locales y autonómicos y que se ha ganado, por derecho propio, un lugar de honor en el imaginario del fútbol andaluz. Esta es la historia de cómo se forjó una leyenda centenaria.
De los campos de pioneros al primer gran equipo
Todo comenzó en los años veinte, en campos improvisados como las Balletas, el Torilejo o la Plaza de Toros. De aquellos partidos pioneros nacería, el 1 de agosto de 1926, el CD Pozoblanco, cuyo primer presidente fue Antonio Dueñas que eso sí, no empezaría a competir oficialmente hasta 1949. La primera gran etapa del club culminó con el ascenso a Tercera División en la temporada 1955-56.
Según los datos del anuario de la Federación Andaluza de la época, el equipo, presidido por Don Sabino Márquez Santa Cruz, logró el salto de categoría vistiendo una sorprendente equipación de camiseta amarilla y pantalón azul. En el pecho, lucían el escudo primitivo del club, un rombo anterior al diseño actual, mientras que los balones aún eran aquellos de cuero fuerte que, como recuerdan las crónicas, cosía con mimo el entrañable Rafael García Rodríguez.
Tras ese éxito, el fútbol oficial en la localidad entró en un largo letargo. Como atestiguan las crónicas de Floriano Sánchez, durante años solo se disputaron partidos amistosos, como los recordados encuentros a beneficio del Santuario de la Virgen de Luna.
El renacer de 1968 y la escalada a Tercera
Tras casi nueve años de paréntesis, el club renació de sus cenizas en la temporada 1968-69. Con Rafael García en la presidencia y Boni Cantero como entrenador, un grupo prometedor con futbolistas como Juan Dueñas o Foncho reiniciaron la historia para competir oficialmente a partir de la campaña siguiente, una continuidad que dura hasta hoy. También fue especialmente relevante la figura de Manolo García-Cano, directivo del club, pero que destaca también en la historia pozoalbense como uno de los cronistas más importantes del deporte en general y del fútbol en particular; y que cumplirá este 2026, junto con el CD Pozoblanco, 100 años, protagonizando la el 'spot' de la campaña de abonos.
Los años 70 fueron de reconstrucción. La temporada 1975-76, con Miguel Bajo de presidente y Benítez de entrenador, el equipo compitió en Primera Regional al ocupar una plaza a la que otro club había renunciado, tirando de veteranos como Juani Prieto o Cabezuelo. El proyecto se consolidó y vivió su momento clave en la inolvidable campaña 1979-80. Con Juan Ríos en el banquillo, un equipo con jugadores como Perea, Rojas, Camacho y un estelar “Coco”, que fue pichichi con 15 goles, se proclamó campeón de una potentísima Regional Preferente de nueve provincias, logrando el ascenso directo a Tercera División.
La resiliencia de los 80 y la gloria de los 90
Los ochenta fueron años de consolidación en Tercera, pero también de pruebas de carácter y de varios partidos memorables en Copa del Rey, como el de 1981 ante el Córdoba CF, en el que los pozoalbenses se impusieron por 1-0 gracias al tanto de Rojas, aunque los blanquiverdes lograrían remontar en la vuelta con tantos de Munárriz, Carrasco y Manolín Cuesta. Tras un doloroso descenso en 1987, el equipo demostró su fortaleza. En la temporada 1987-88, ya en Regional Preferente, se proclamó campeón de la mano del mítico Manuel Polinario “Poli” como entrenador y con un “Coco” imparable que anotó 29 goles, aunque el ascenso se escapó en la liguilla.
El regreso a Tercera no tardó en llegar, y preparó el terreno para el mayor hito en la historia del club. La década de los 90 fue la más gloriosa, cuna de delanteros míticos como Coco, Rafa Calero y Dalmacio. Tras salvarse del descenso de forma agónica en la 93-94 con Escalante en el banquillo, la temporada siguiente, 1994-95, se convirtió en leyenda. Bajo la presidencia de Antonio Muñoz Calero y la dirección de Pedrito, un equipo inolvidable con jugadores como José Andrés, Juanele, Pizarro, Acaíñas, Jiménez y Rafa Márquez se proclamó, por primera y única vez, campeón del Grupo X de Tercera División. Aunque el ascenso a Segunda B no se materializó en la liguilla, la gesta quedó grabada para siempre. La campaña posterior, 95-96, el equipo demostró la solidez del proyecto con un meritorio 8º puesto.
Supervivencia y un futuro ilusionante
El nuevo siglo trajo consigo etapas más modestas, de lucha y supervivencia, como la salvación “in extremis” de la temporada 2005-06. Pero el club siempre ha sabido sobreponerse, manteniendo viva la llama competitiva que le ha permitido sumar más de 35 temporadas en categoría nacional. El talento nunca dejó de brotar, con el caso de Antonio López Habas, formado en el club en los 70 antes de su exitosa carrera en Primera División, como máximo exponente.
La sólida campaña 2024-25, en la que se quedó a las puertas de disputar la fase de ascenso, es el preludio perfecto para el año del Centenario, que se celebra en esta temporada 2025-26. Es precisamente para conmemorar este siglo de vida que una comisión de aficionados, entre los que destaca la labor de documentación de Pedro Luque López a través de la página de Facebook '1926-2026... CD Pozoblanco, 100 años nos esperan', trabaja para recopilar la memoria del club en un futuro museo. Una memoria sin la que este reportaje no hubiese sido posible, y que concentra los hitos más relevantes de la historia del centenario club. Cien años después, la pasión en Pozoblanco sigue intacta, lista para escribir el siguiente capítulo.
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