Emanuel Santoro: “Ser entrenador no es solo mover fichas”
Un país nuevo, una ciudad nueva, una cultura nueva y un reto nuevo, pero todo apasionante. La vida de un profesional cambia de la noche al día y los éxitos marcan su trayectoria para bien o para mal. Aun así, una persona que quiere ser relevante a la hora de ejercer su profesión tiene que ser valiente, apostando por cosas que aún están en pleno crecimiento y que la mayoría piensa que no van a prosperar. Por ello, en el deporte es importante arriesgar con el objetivo de ganar, aunque cueste dejar atrás tu casa, tu ciudad y tu país como es el caso de Emanuel Santoro. El segundo técnico de Josan González en el Córdoba Patrimonio de la Humanidad aterrizó en la capital cordobesa hace un mes y se puso al frente de un reto ilusionante, ser el ayudante del primer entrenador en su primera experiencia en Europa. Sin embargo, no le ha pesado esta responsabilidad y se muestra ambicioso por lo que sucederá en el inicio de la Primera División. El profesional argentino, sosegado y tranquilo en su despacho, atiende a CORDÓPOLIS con la sonrisa que le caracteriza.
PREGUNTA. ¿Cómo han sido estas primeras semanas en Córdoba?
RESPUESTA. La verdad que muy contento. No tengo ninguna queja, menos algunos días de calor porque no estoy tan acostumbrado -se ríe-. La verdad que disfrutando de cada momento y con muchas ganas de que empiece el torneo. La pretemporada se está haciendo más larga de lo habitual, eso sumado a que hace muchos meses que no compito en mi país pues tengo muchas ganas de salir a jugar un partido oficial y que se vean las cosas que estamos trabajando dentro de la pista.
P. ¿Cómo se puso en contacto el club contigo?
R. Yo la verdad es que tenía un vínculo con Josan. Veníamos charlando desde hacía unos meses, intercambiándonos materiales y teniendo una relación cordial entre entrenadores. Tras la salida de Fernando Tienda, pues existió la posibilidad de que quedase vacante esta posición de segundo entrenador y por suerte pudimos llegar a un acuerdo tanto con Josan como con el club.
P. ¿Cómo empezaste en este deporte?
R. Pues como jugador. Desde los nueve o diez años hasta los 23 estuve como jugador. Ese momento pensé que no estaba dando los frutos que esperaba dentro de la pista a pesar de estar jugando en un equipo e incluso debutar en Primera División, pero no tenía por delante un futuro como muy prometedor, llamándolo de esta manera. Al mismo tiempo, ya estaba dirigiendo a los juveniles, fui subiendo peldaños hasta dirigir al equipo sub 20. Hubo un año que me lo dediqué exclusivamente a entrenar, dejando a un lado lo de jugar dentro de la pista. A partir de ahí fui dirigiendo sub 17, sub 20 y sub 23 hasta que hace ya seis años que trabajo con un equipo senior. Ahora ha surgido la oportunidad de entrenar en Europa.
P. ¿Qué cambia el fútbol sala español con el argentino?
R. Hay una diferencia y aún siento que estoy en ese proceso de adaptación. La liga española es la mejor liga del mundo. Es casi que una frase hecha, pero es que es la realidad. Están los mejores españoles, los mejores brasileños y los mejores argentinos. Ningún partido es fácil, todos son complicados porque se trabaja al detalle. Justo ahora hemos tenido un entrenamiento de estrategia bastante largo y quizás en Argentina hay muy buenos jugadores pero todavía en estructura y en ciertos aspectos del juego están en desarrollo y en crecimiento. Estoy adaptándome a eso. No es algo muy distinto a lo que he vivido, pero sí que hay un grado más de complejidad. Estoy con muchas ganas de seguir creciendo.
P. Todo esto lo apoyas con el canal de YouTube que tienes.
R. Eso surgió en la pandemia. Yo siempre subía vídeos de mi equipo para compartirlo con ellos. Yo he sido editor de vídeo hace muchos años y hacía análisis, subía partidos completos o grababa entrenamientos. Una vez charlando con un amigo me dijo que por qué no lo empezábamos a compartir. Lo empezamos a hacer público. El confinamiento en Argentina duró siete meses, desde marzo a octubre. Entonces hubo tiempo de sobra para hacer la charla, otro tipo de contenido porque básicamente no podíamos ir a entrenar. Hacíamos los entrenamientos a través de zoom y teníamos varias partes. Nos sirvió para conocer también otras ideas de entrenar. No soy un influencer ni creador de contenido, solo soy un entrenador que comparte en YouTube las cosas que ve y las cosas que le interesan. Es verdad que encontré una plataforma que me permite compartirlo. Es verdad que ahora con el Mundial de Lituania y el Copyright de FIFA no pueden subirse muchas cosas. Por eso estoy usando más Twitter ahora, pero más que nada es compartir algo que me ha gustado, que está bien hecho o que tenemos que mejorar e intercambiarlo con la comunidad del fútbol sala en redes sociales. Antes de la pandemia era tomarme un café o comerme una pizza y charlarlo, pero hoy la situación es otra y dentro de las cosas malas que tiene la pandemia, también nos pone en contacto con gente de todo el mundo a través de las redes sociales.
P. Tu contenido también está ayudando a otras personas.
R. Esperemos que sea un granito de arena para otro entrenador y para visibilizar de que en Argentina se están haciendo las cosas bien. Tenemos mucho por crecer, pero se viene creciendo y eso es importante porque no se está estancando. Está subiendo peldaño a peldaño, pero creo que es a nivel mundial. Todos los entrenadores se preparan, no solo en lo práctico, sino que también en la manera de comunicarse, en la manera de hablar, en la manera de ser líder, en la manera de la edición de videos... Ser entrenador no es solo mover fichas, es mucho más y creo que la pandemia nos dio tiempo para prepararnos, ver videos, leernos algún libro, escuchar una charla, ver una película... Traté, dentro de ese panorama malo y en mi apartamento solo, sacarle rédito.
P. ¿Cómo ves a este Córdoba Patrimonio de la Humanidad?
R. Lo veo muy bien. Me encontré con un grupo bárbaro de trabajo tanto cuerpo técnico como jugadores. También vi una cosa que desde fuera no se veía y es que la ciudad está detrás del equipo. Por la televisión te das cuenta de que el pabellón siempre está lleno, pero cuando vas a un bar o a comer y la gente te habla del equipo, pregunta cuándo juega y te da una palabra de aliento. Ese era el tercer punto que no conocía y me encantó, más allá de la ciudad porque vivir en Córdoba es un sueño. Estoy muy contento con ese lugar que ocupa el equipo dentro del deporte de la ciudad.
P. Y también deseando ver lleno a Vista Alegre.
R. Hace como dos años que no juego un partido oficial con público. Espero que cada partido de local sea una fiesta, esté lleno de gente y le podamos dedicar lo que se merecen.
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