Fútbol y punto
Seis meses después -un poco más pero no mucho- vuelve al césped. Bueno, regresa para enfrentarse a otro equipo pues sobre el verde está -como quien dice- desde comienzos de agosto. El caso es que tras 193 días el Córdoba va a pisar un terreno de juego para disputar un encuentro. Por ahora, sólo es un bolo de verano, como se les suele llamar, si bien ya es suficiente tanto para el equipo como para la afición. Sobre todo después de superar un período realmente complicado como lo es el que quedara atrás el pasado lunes en relación, como mínimo, desde febrero -tras la recusación de Antonio Fuentes, titular del Juzgado de lo Mercantil número 1-. Una vez terminado el aparentemente infinito capítulo esta semana sobre la inscripción de la entidad a través de Unión Futbolística Cordobesa (UFC) en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Y aún resta mucha tela que cortar en sede judicial pero lo importante es que el conjunto blanquiverde asegura su presencia en Segunda B y a partir de ahí, los seguidores sólo quieren pensar en el balón -y en el gol, por supuesto-.
Fútbol y punto. Es lo que tiene el Córdoba este jueves. No sólo porque el asunto de la venta de la unidad productiva de la SAD original y el registro de todos los equipos de El Arcángel en sus respectivas competiciones ya sea pasado. También porque de una vez por todas el conjunto blanquiverde encara un partido. El equipo dirigido por Juan Sabas acude al Estadio Iberoamericano para medir su evolución ante un rival al que conoce bien y con que comparte categoría y grupo pero no competición. Se trata del San Fernando, que milita también en el Grupo IV de Segunda B aunque con el cambio de formato en el subgrupo A. La escuadra califal compite en el B-IV, cabe recordar. El cuadro gaditano es una interesante primera piedra de toque para los cordobesistas, ya que en teoría conforma un proyecto para pugnar por el play off a Segunda A. El duelo, que es además un atractivo derbi por mucho que no haya puntos en juego, arranca a las 20:00. La mala noticia: no hay retransmisión.
Al fin van a tener opción de debatir sobre sistemas, actuaciones individuales, también de colectivas, o decisiones del entrenador. Es lo que desean los aficionados califales tras un año -si no se mira a verano de 2018 con las turbulencias del límite salarial o de 2019 con la inquietud por el bloqueo federativo- más que convulso terrorífico. Todo es cuestión olvidada -aunque no pues apenas transcurrieron un par de días desde que el juez Fernando Caballero otorgó firmeza jurídica a UFC y la sociedad tuvo beneplácito de la RFEF- y ahora llega el momento de que el balón ruede ante otro rival. Sí, fútbol y punto. Por lo menos de momento y mientras los múltiples frentes en torno al Córdoba CF SAD no vuelvan a primera plana. Eso es mejor no pensarlo, deben creer a buen seguro los seguidores blanquiverdes, que como mínimo respiran aliviados al saber que en el plano deportivo el problema está resuelto. Después la consecución de objetivos se alcanza en el campo, claro está.
Con todo, resulta difícil saber quién anhelaba más la disputa de un encuentro después de algo más de seis meses. La afición lo hacía con fuerza pero con más ímpetu quizá era la espera por parte de los jugadores, que al fin y al cabo son quienes tuvieron que cortar con toda actividad con el estallido de la pandemia de Covid-19 y después volver con extremo cuidado. También ansiaban el entrenador, Juan Sabas, y el resto del staff técnico del equipo la celebración de un amistoso para calibrar el estado del plantel de cara a la próxima campaña. Curiosamente, el preparador madrileño va a debutar por fin este jueves en tierras gaditanas. No es un duelo oficial pero por algo se empieza. La crisis sanitaria por el coronavirus y el estado de alarma decretado por el Gobierno provocaron la suspensión y posterior cancelación de las competiciones en la 2019-20. Porque sí, éste es el primer encuentro del conjunto blanquiverde desde el 8 de marzo, cuando el Cartagena se impuso por 0-2 en El Arcángel. Aquella derrota precisamente propició la destitución de Raúl Agné como adiestrador del Córdoba. Con todo lo que ocurrió después, en torno al club y en el plano social, parece que pasaron años. Pero sólo fue medio que, bien es cierto, se hizo demasiado largo.
De vuelta al choque con el San Fernando, Juan Sabas decidió configurar una lista con 23 futbolistas, de los que la inmensa mayoría, como es lógico, son del primer equipo y además casi la totalidad de los que van a luchar por el ascenso a Segunda A. En este sentido, son apenas dos las bajas con que cuenta el preparador madrileño. Son las ya conocidas de Djakaridja Traoré, uno de los fichajes de este verano, e Iván Robles, que tenía en su futuro una salida que al final no se va a dar. Ambos están lesionados. Las demás incorporaciones sí completan la convocatoria, de forma que viajan Álex Robles, Manu Farrando, Bernardo Cruz, Berto Espeso, Darren Sidoel, Mario Ortiz y Samu Delgado. También puede añadirse aquí, por ejemplo, a Luismi, que llegó procedente del Ciudad de Lucena para enrolarse en el filial. Del segundo conjunto entran en la expedición además Núñez, Del Moral y Julio Iglesias. Todos ellos se suman a Isaac Becerra, Edu Frías, Djetei, Xavi Molina, Jesús Álvaro, Javi Flores, Carlos Valverde, Iván Navarro, Moutinho, De las Cuevas, Piovaccari y Willy.
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