Sin Ekeng y con mucha gente en la sesión abierta
El Córdoba vuelve a los entrenamientos con el calor de la afición y sin el camerunés con el resto del grupo | José Carlos trabaja con normalidad y Campabadal lo hace aparte
En cinco días regresa el fútbol a El Arcángel. Tras el segundo parón de la temporada como consecuencia de los compromisos de las selecciones, vuelve la competición en Primera. Precisamente el sábado le toca al Córdoba retomar el pulso al campeonato. El conjunto blanquiverde recibe entonces al Málaga, de forma que disputará su tercer duelo regional del curso. Un choque en que el equipo que dirige Albert Ferrer pretende conseguir de una vez por todas su primera victoria de la campaña, no sólo para aliviar su situación en la tabla, sino también para comenzar a ganar en confianza. Con esa idea regresaron los califales este lunes a los entrenamientos. La sesión inaugural de la semana se desarrolló por período de algo más de una hora en la Ciudad Deportiva Rafael Gómez, en cuya grada se dieron cita en torno a 200 seguidores. De cerca siguieron los aficionados el trabajo de los jugadores, entre los que, por cierto, no se encontraba Patrick Ekeng. La ausencia del camerunés fue la más destacada, por falta de causa conocida.
El centrocampista ya no participó del entrenamiento del pasado viernes, de forma que es el segundo consecutivo que se pierde. No estuvo presente, como tampoco los internacionales Aleksandar Pantic y Mike Havenaar y el lesionado Crespo. Los cuatro fueron los únicos que no pisaron en esta ocasión el césped de la Ciudad Deportiva, que en algunas zonas vuelve a mostrar malas condiciones. Sí acompañaron al resto de jugadores los chavales del filial Jon Villanueva y Florín, este último tras recuperarse de su lesión. En ese proceso de rehabilitación está todavía Campabadal, que después de completar el calentamiento con los demás integrantes del conjunto blanquiverde se ejercitó de modo apartado con Esaú Sánchez. Por su parte, José Carlos volvió a dar muestras de que evoluciona y de que su debut se producirá a buen seguro más pronto que tarde. El onubense completó la sesión como uno más y empezó a dejar buenas sensaciones en lo que a su juego se refiere.
La jornada de trabajo, primera en la preparación para el encuentro del sábado, el hábil atacante actuó como refresco para el grupo al que le tocaba atacar en los rondos que se realizaron. Demostró tener buena visión y acertar casi siempre en el pase. Ese tipo de ejercicio fue el que protagonizó un entrenamiento de esfuerzo moderado y que apenas sobrepasó la hora de duración. Esta circunstancia resulta lógica si se tiene en cuenta que el martes el equipo volverá a las sesiones matinales. Los futbolistas contaron en esta ocasión con el apoyo de unos 200 aficionados, que aprovecharon la tarde libre que les ofrecía el día festivo para acercarse a la Ciudad Deportiva. Todos, en el campo y fuera de él, piensan ya únicamente en alcanzar el triunfo el sábado.
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