Dímelo con números: una vuelta de bajonazo

El fútbol, al final, se reduce a dos datos esenciales: marcar más goles de los que se encajan y ganar partidos. Al cierre de la primera vuelta en la Liga 1/2/3, el Córdoba es el equipo que más tantos recibe y el que ha vencido en menos encuentros. No hay más preguntas. Se reclaman respuestas. Y rápidas, si es posible, porque ya dejó advertido tras el encuentro del domingo Alfaro, uno de los capitanes, que hay que dejar de pensar en “milagros como el del año pasado” porque no siempre “se van a levantar 14 o 15 puntos”. El mal está detectado. ¿El remedio? Están en ello.

Las últimas declaraciones de Curro Torres hicieron saltar la chispa de la indignación entre el cordobesismo. El de Ahlen se expresó en parecidos términos a los de anteriores semanas, pues tampoco es que mantenga un discurso muy radical. La diferencia es que el Córdoba llega de perder contra el último -el Nástic- y de empatar en casa contra el Rayo Majadahonda, rival que marcaba la permanencia. De haber ganado esos dos duelos, el conjunto blanquiverde estaría virtualmente fuera de la zona de descenso.

Tres partidos ganados

Nadie ha vencido en menos ocasiones en las primeras 21 jornadas del campeonato. El Córdoba logró su primera sonrisa completa en la jornada octava, cuando se impuso al Almería en El Arcángel por 2-0. En ese partido ya estaba en situación límite: era colista. El segundo triunfo llegó ya en noviembre, en la jornada 12, frente al Extremadura. También en un estado crítico. Último en la clasificación, iba perdiendo hasta los últimos minutos. Una remontada épica, con Jovanovic como protagonista, le condujo a un 4-2 final ante los de Almendralejo. Esas fueron las victorias en la etapa de Sandoval. La tercera, la única en los siete partidos con Curro Torres, fue en el último partido del 2018: 4-1 frente a Las Palmas en casa. El colista, Nástic, ha ganado un partido más (4), que el Córdoba, mientras que los otros dos equipos que ocupan zona de descenso, el Reus y el Extremadura, suman cinco triunfos.

Treinta y siete goles encajados

El problema ya viene de antaño. El Córdoba presenta una de las defensas más vulnerables desde que bajó de Primera División, destacando cada temporada por ser uno de los líderes en el ranking de los goleados. Cuando logró compensar con una notable producción goleadora logró mantenerse lejos del peligro. Pero desde los tiempos del tridente Florin-Xisco-Fidel todo ha ido a peor. Y el agujero atrás no es achacable al portero: Carlos Abad está siendo de lo mejorcito, tras un arranque pésimo con Igor Stefanovic que le costó el despido al meta serbio.

Los tres equipos que encajan 30 o más goles ocupan plaza de descenso. El Córdoba es el monarca del coladero, con 37, seguido por el colista Nástic de Tarragona (34) y el Extremadura (30). Con la llegada de Curro Torres el equipo blanquiverde mejoró a la hora de proteger el marco, aunque la improductividad en ataque -exceptuando el oasis ante Las Palmas- le ha llevado hasta donde está ahora.

Veinte jornadas en descenso

“Nos hemos acostumbrado a vivir en el fango”, solía decir Sandoval en sus apariciones ante los medios. Y tanto. Solo en la jornada primera, con un empate casero ante el Numancia (3-3), logró el Córdoba situarse fuera de la zona de descenso. Era agosto. En la jornada siguiente, la goleada padecida en El Arcángel ante el Oviedo (2-4) le hizo desplomarse hasta el puesto 19. Y de esa franja de descenso no se ha movido desde entonces. Ha sido cinco veces colista.

Tras enlazar cuatro jornadas sin perder (tres empates y una victoria ante Las Palmas), el conjunto de Curro Torres se encontró ante la posibilidad cercana y real de abandonar esas posiciones. Se enfrentaba al último de la tabla y a un adversario directo en casa. Perdió en Tarragona (1-0) ante el peor anfitrión de toda la Segunda División y no fue capaz de superar a un Rayo Majadahonda (1-1) que lleva una racha de siete partidos sin vencer. El Córdoba es penúltimo y aborda dos salidas: Numancia y Alcorcón.

¿Una visión positiva? El Córdoba acabó la primera vuelta con dos puntos más que el año pasado y con la permanecia más cerca: en el ejercicio anterior le quedaba a siete y en este, a cuatro.